El grado de simbiosis de Talavante con México y su afición quedó una vez más reflejado en la invitación que el extremeño cursó a 50 miembros de la asociación ‘Juventud es toro’, quienes pasaron un jornada con el torero de Badajoz en el rancho en el que habita durante su periplo americano. Allí pudieron charlar con él así como compartir una clase práctica y disfrutar en un tentadero de esa tauromaquia tan personal que ha conquistado a la afición azteca.
