José Luis Iniesta y su mayoral Curro Carrillo salen por la Puerta de los Cónsules, hasta ahora territorio vedado a las figuras del toreo de a pie y a caballo. El juego de la corrida que mandasen desde Los Espartales lo ha permitido.
Antonio Girol.-
Histórico. No hay otro nombre para referirse a lo que ha acontecido esta mañana en las inmemoriales arenas de Nimes. En su majestuoso Coliseo se corrían toros de la divisa pacense de Los Espartales, de excelente juego. Al cuarto y al quinto se les premiaba con la vuelta al ruedo en el arrastre. Los rejoneadores paseaban por el anillo nada menos que once orejas y tres rabos.
Sin embargo, lo histórico, más allá de los apéndices, ha sido el hecho de cómo el presidente del festejo, emulando a los césares de la antigüedad, ha dado la venia para que la Puerta de los Cónsules, la máxima del imponente circo romano, se abriese para permitir que bajo sus milenarias bóvedas atravesasen en hombros un ganadero y su mayoral, en este caso: José Luis Iniesta y Curro Carrillo. Circunstancia única hasta la fecha en tan augusto escenario que solo había visto el refulgir de los alamares bajo su techo.
Desde hoy las piedras nimeñas llevarán también cincelado en su historia que hubo un día de finales de mayo en que dos hombres del campo bravo extremeño, como antaño los cónsules, recogieron el favor del pueblo por su obra.
En BADAJOZ TAURINA nos sumamos a las muestras de felicitación, con el orgullo de sentir que Extremadura continúa conquistando lugares y territorios. Enhorabuena a tan buen tándem.
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Doble reto. Reportaje, 22 de mayo de 2012.