Redacción.-
Poco a poco, pero con paso decidido, el novillero de Jerez de los Caballeros, Jaime Martínez, va consiguiendo que su nombre se empiece a escuchar por los mentideros mexicanos. Tierra en la que se encuentra desde principios de año cuando decidió cruzar el charco en busca de las oportunidades que cada vez más escaseaban en España sin más ayuda que la de su espada y su muleta.
El último toque de atención lo dio el pasado viernes santo en Apán, en la provincia de Hidalgo, en cuya plaza cortó dos orejas de un utrero del hierro de Montecristo y escuchó palmas en su segundo.
Aparte de los triunfos en los ruedos, también comienza a sonreirle el porvenir en los despachos; así el matador y empresario Curro Ortiz, colaborador de la empresa ‘Pasión Ganadera’ que maneja los destinos de la Monumental Vicente Segura de Pachuca, será el encargado de llevar las riendas en México de la carrera del jerezano.
La intención de apoderamiento quedó cerrada cuando Martínez fue visto en una tienta en la ganadería de Heriberto Rodríguez. Tras el clásico apretón de manos su mentor se ha puesto en tratos con empresas en Tlaxcala y Puebla, para que actúe en festejos menores que están por montarse en dichas entidades, con el fin de llegar con argumentos de peso a la temporada chica de la Plaza México, lo que representa su principal objetivo para el año en curso.