Javier Solís y el novillero sin caballos Joaquim Ribeiro Cuqui comienzan su temporada golpeando con fuerza en el festival de Mourão (Portugal) Dejando una grata impresión en las dos mejores faenas de la tarde. (GALERÍA GRÁFICA EN EL INTERIOR)
El balance de las actuaciones de festejos en plazas pacenses o de toreros de nuestra tierra que han realizado el paseíllo hoy, miércoles 1 de febrero, ha sido el siguiente:
FESTIVAL MIXTO:
- Mourão (Portugal). Tres novillos para rejones de Luis Rocha, de juego desigual, destacando el tercero. Y tres de Murteira Grave para lidia a pie, bien presentados y de buen juego. Brito Paes, palmas. Manuel Lupi, vuelta al ruedo. Marcelo Mendes, vuelta. Dávila Miura, vuelta. Javier Solís, vuelta. Joaquim Ribeiro Cuqui, vuelta.
Según crónica de Antonio Girol, presente en el festejo, sobre la actuación de Javier Solís y Joaquín Ribeiro ‘Cuqui’ esta tarde en el coso portugués de Mourao:
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«El pacense Javier Solís inició la temporada de 2012 dejando las mismas buenas sensaciones con las que cerró su campaña anterior. De salida, el novillo de Murteira que le tocó en suerte, apretó en el capote hacia dentro y Solís, de forma inteligente, lo sacó toreándole hacia el centro del coqueto ruedo de Mourão. No le hicieron bien las cosas en el tercio de banderillas y el animal lo acusó en los compases iniciales del último tercio, embistiendo de forma descompuesta. Haciendo imposible el lucimiento del torero, que de principio se echó la muleta a la izquierda. |
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Mano sobre la que cimentó su faena, a excepción de un pasaje con la diestra que la res protestó. A base de consentirle de inicio e ir tocándole todas las teclas consiguió meter al animal en el canasto y enjaretar series de naturales, muy templadas, y de bella factura, rematadas con gusto que encontraron el eco de los tendidos. Al igual que un circular invertido muy jaleado por la concurrencia.»
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«Al novillero portugués, de Moita, aunque adscrito a la Escuela Taurina de Badajoz, Joaquim Ribeiro ‘Cuqui’, le tocó pechar con las más ‘fea’. Un novillo grandote, el mayor del encierro que mandasen desde la finca ‘Galeana’. Estuvo aseado de inicio con el capote y en quite se tragó una colada importante en la primera chicuelina, que no le arredró para seguir por el mismo ‘palo’ enroscándose al utrero en su cintura.
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Dejó tres pares en lo alto, el último ejecutado al violín, para después dar comienzo a la faena de muleta con doblones por bajo para someter a su antagonista. Muy firme y serio en todo momento desarrolló una lidia de corte clásico por el derecho, rematada con pases de pecho. Por el otro pitón poco pudo lucirse al no entregarse nunca la res en la embestida.»
GALERÍA GRÁFICA. FOTOS: AMBRÓS/CANTERO. |
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