El balance de las actuaciones de festejos en plazas pacenses o de toreros de nuestra tierra que han realizado el paseíllo hoy, lunes 30 de mayo, ha sido el siguiente:
CORRIDA DE TOROS:
- Aranjuez (Madrid).- Toros de Victoriano del Río para Enrique Ponce, oreja y oreja tras aviso. Sebastián Castella, oreja tras aviso y ovación. Alejandro Talavante, oreja y dos orejas tras aviso
Según crónica de Marco A. Hierro para burladero.com sobre la actuación de Alejandro Talavante esta tarde en Aranjuez:
«Alejandro Talavante, por su parte, demostró estar en un gran momento. Más exposición que acierto tuvieron las gaoneras del quite pero fue con la muleta y sobre la mano izquierda donde llegaron los momentos más sobresalientes. Con templadísimos naturales y mucha firmeza de planta llegó a abusar del toro y también pinchó la faena para pasear después una oreja.«. «El culmen de la tarde llegó con Alejandro Talavante en el sexto. Un animal de bonita estampa y muy buen fondo que metió siempre la cara humillado y con el que el extremeño estuvo variado, firme, dispuesto y con muchísimo temple. Mató, además, de soberbio volapié y recogió las dos orejas para acompañar a hombros a Enrique Ponce. « |
NOVILLADA CON PICADORES.-
- Madrid.- Tres cuartos largos, en tarde de nubes y claros y algunas rachas de viento. Seis novillos de El Ventorrillo, desiguales de presencia y de escasa clase en general. Mansearon por demás. Destacó el notable sexto.Diego Silveti, aplausos y silencio tras dos avisos. Víctor Barrio, ovación tras petición y silencio tras un aviso. Rafael Cerro, ovación tras aviso y silencio tras aviso.
Según crónica de Javier Hernández para burladero.com sobre la actuación de Rafael Cerro esta tarde en Las Ventas: «Rafael Cerro, el novato, había alimentado antes, frente al tercero, las esperanzas de última hora. Y es que con el coloradito tercero enseñó muchas cosas y casi todas buenas. Su quite, el de réplica a Silveti con torerísimos delantales y lenta larga cordobesa, los doblones de apertura muleteril rematados con el cambio de mano marca de la casa, de la casa de Ortega Cano, su apoderado. A partir de ahí la faena quedó condicionada, pues el Ventorrillo se dolía de la mano zurda y apenas podía apoyar a la hora de embestir. Cerro, no obstante, siempre quiso con su temple y su mando. Y hasta mató bien.
«Por eso, llegada la hora del sexto, la hora del Superdotado, se presagiaban cosas grandes que no llegaron. Comenzó Cerro en los medios, sorprendido al brindar, soltando mucho las alegres embestidas. Recoger y soltar, recoger y soltar, su lema para comezar a derechas. Administró tiempos, otorgó distancias y hasta supo ofrecer alturas para que Superdotado siguiera pareciendo tal. Pero, llegado el momento de parar, templar y transportar (torear), el trasteo se volvió tan sucio como el jabonero pelaje del ejemplar. |
De ahí, un Superdotado para el novato. ¿De atacarlo de inicio hubiese sido superdotado? ¿Si, en lugar de ayudar, torea abajo y rompiendo de salida? Conjeturas. La faena no estalló, Superdotado pasó por tal y Cerro por un novato con futuro por delante».