De esta forma, felices y contentos abandonaban los tres jinetes la plaza de toros de Jerez de los Caballeros, tras pasear cada uno de ellos dos orejas de un encierro ‘escalera’ de Arucci.
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Enrique Valenzuela.-
Existe una teoría que no por más veces repetida es más cierta, que dice que los festejos de rejones son garantía de éxito en la taquilla. Craso error pensar que los amantes del toreo a caballo son tan fáciles de contentar. Hoy se ha visto en Jerez de los Caballeros donde la gente prefirió seguir dándole a la mandíbula que irse a la plaza de toros.
Abría plaza José Miguel Callejón, habitual de los ruedos extremeños, y que a su primer enemigo colocó un rejón de castigo. En banderillas lució a su cuadra ante un toro que buscó el abrigo de la querencia en tablas, y al que le efectuó una lidia inteligente. Lo mató de manera fulminante y le fueron concecidas las dos primeras orejas de la tarde. Su segundo fue un zambombo que vino a demostrar que la novillada había sido diseñada en escalera, o sea, que los distintos ejemplares fluctuaban entre altos y bajos. Un único rejón de castigo le colocó en el morrillo. A diferencia de su anterior, éste ejemplar sí quiso pelea en los medios, y Callejón entendió que el motor del que hacía gala la res era el propio para citarle de lejos, dejarse ver, y clavar en lo alto auqnue excesivamente trasero y siempre saliéndose de la suerte. Mató tras varios descabellos, por lo que su labor fue silenciada. |
El portugués Rui Fernandes venía de hacer cosas interesantes en los primeros festejos de temporada y ha demostrado que está en un momento dulce. A su primero, un auténtico zambombo que salía distraído de los encuentros con lasa cabalgaduras. Clavó banderillas tras marcar mucho las batidas al quiebro, despertando con ello el interés y el aplauso del poco público asistente. El premio que parecía tener asegurado por su toreo a caballo lo perdió por su error con los hierros de muerte.
Al quinto lo paró de forma espectacular tras llevarlo cosido a la cola de su caballo, en dos vueltas completas al anillo. El de Arucci demostró tener celo y acometividad, a la vez que nobleza a la hora de meter la cabeza y un tranco apropiado para el toreo a caballo. Como hiciese en su primero, volvió a quebrar con suma facilidad en la cara de la res, y dejó buenas banderillas en lo alto. Tras descorarlo con el rejón le fueron concedidas las dos orejas que el respetable solicitó con insistencia. |
Completaba terna Ana Rita, rejoneadora lusa, habitual de certámenes televisados como el de Atarfe y que busca abrirse camino a base de simpatía y un rejoneo muy espectacular. Con el tercero expuso muchísimo, poniendo en peligro a sus caballos y a ella misma. Llega mucho al público la joven amanzona lusa, pero con el rejón evidencia los problemas típicos de su nacionalidad.
Con el que hizo sexto se le volvió a ver valiente y decidida, pecando de querer hacer las cosas demasiado rápido, pero aún así dejó varios pares de dentro a fuera dignos de mención. Mató de pinchazo hondo y obtuvo también el doble premio que le valió para abandonar la plaza junto a sus compañeros en volandas. Durante el festejo actuaron los forcados amadores de Arronches, quienes efectuaron pegas en los toros primero, tercero y quinto. Destacando especialmente en el quinto por la eficaz pega que llevaron a cabo. |
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