Todo tiene su porqué. Seguro que muchos de los aficionados que se dieron cita en la plaza de toros de Badajoz el pasado sábado o los que vieron la actuación en solitario de Antonio Ferrera por la tele se sorprendieron al verle torear con la muleta montada en la mano izquierda. Habrá incluso quiénes erigiéndose en guardianes de la ortodoxia se rasgaron las vestiduras porque con la mano izquierda solo se puede/debe torear al natural. O lo que es lo mismo, sin palillo. Viendo la faena en directo, pero sobre todo al contemplar el abrazo que a la finalización de la misma se dieron los hermanos Antonio y Diego Ferrera, comprendimos el porqué de esos muletazos. O quizás habría que decir más bien, el guiño que Antonio tuvo con su hermano Diego, que es tan zurdo cerrado que torea en el campo de esa manera, como se puede apreciar en la foto adjunta. En tarde de tantas emociones, de tantos detalles que erizaron el vello, este fue uno de ellos. Tal vez el más íntimo de cuantos realizó el maestro.
