OLIVENZA - 2ª de feria

Antonio Ferrera engrandece su figura en Olivenza

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Antonio Ferrera en una imagen de archivo

Antonio Ferrera honra el treinta aniversario de la feria de Olivenza, en la que se hizo matador de toros, con un compendio de tauromaquia completa que le reporta un nuevo indulto en su tierra. En esta ocasión el de Atajante de Garcigrande. Enrique Ponce cortó una oreja en el cuarto y El Juli se marchó de vacío al tocarle el peor lote de una corrida desigual de juego.

OLIVENZA – Corrida de toros.

TOROS: Se han lidiado toros de Garcigrande y Domingo Hernández (1º y 6º). El tercero se partió una mano y fue reemplazado por un sobrero de la misma ganadería. Correctos de presentación en conjunto y de juego desigual. El 2º, de nombre Atajante, herrado con el número 134, de 482 kilos de peso y pelo negro mulato, recibió el premio del perdón y volvió con vida a los corrales.

TOREROS:
Enrique Ponce (de turquesa y oro), ovación con saludos y oreja.
Antonio Ferrera (de grana y oro), dos orejas y rabo simbólicos y oreja con petición de la segunda.
Julián López ‘El Juli’ (de sangre de toro y oro), ovación con saludos y palmas.

INCIDENCIAS: Lleno en los tendidos. Tarde de temperatura primaveral. Al romperse el paseíllo la plaza ovacionó a los toreros que saludaron desde el tercio. Javier Valdeoro y Fernando Sánchez saludaron tras poner palos al quinto.


Antonio Girol.-

        Antonio Ferrera sigue sentando cátedra. Lo hizo en su regreso a los ruedos tras la cornada que sufrió en Bogotá. Indultó un toro y dio una tarde extraordinaria en Olivenza. Por delantales que arrancaron roncos olés llevó el de Villafranco a Atajante hasta la boca de riego. La algarabía en los tendidos continuó en el galleo por chicuelinas con el que puso al toro en suerte y con el quite de oro con el que lo sacó del caballo. El de Garcigrande tenía ritmo y bravura y Antonio lo embebió en la muleta llevándolo largo en series con la diestra de mucha profundidad y ligazón. Al natural le formó un alboroto, en especial la primera tanda en la que hubo pases de gran belleza. La faena fue in crescendo y comenzaron a escucharse voces pro-indulto. El diestro viendo cómo se caldeaba el ambiente continuó toreando, buscando la complicidad del público que flameó pañuelos hasta lograr que el presidente sacase el suyo de color naranja.

        El quinto hizo amago de rajarse en el saludo, pero Ferrera lo sostuvo en el capote con mucho oficio. Antonio Prieto le recetó un buen puyazo. En banderillas saludaron Javier Valdeoro y Fernando Sánchez. Volvió a amagar con rajarse nada más comenzar el último tercio, pero Antonio lo sujetó con la voz y dejándole siempre la muleta en el hocico. Por el izquierdo se quedaba dormido y puso en algún apuro al torero que le aguantó frenazos y miradas en naturales de uno en uno, en una faena de mucha importancia y compromiso. Citó para matar con mucha distancia y yendo al paso atacó para dejar un estoconazo. Oreja con fuerte petición de la segunda.

       Una oreja cortó Enrique Ponce en el cuarto, que no estaba sobrado de fuerzas y al que fue haciendo a base de tacto, tiempo y la altura justa. De esa manera, con la zurda trazó naturales de forma cadenciosa hasta sacar tandas limpias. Con la diestra también tiró de suavidad y fue componiendo la faena que epilogó con la poncina.

      Bajito y bien hecho el de Domingo Hernández que hizo primero metió abajo la cara en el capote con buen tranco, tanto que terminó dando una costalada antes de ir al picador. En el quite repitió voltereta, lo que le mermó las facultades. Ponce lo tanteó con mimo y pidió paciencia al respetable. Poco a poco, con esa maestría que le caracteriza, fue sacando pases a media altura, sin apretar, en una faena marca de la casa que remató con la poncina muy aplaudida por el respetable.

      No tuvo fortuna El Juli. El tercero se partió la mano derecha en banderillas y fue sustituido por el sobrero de la misma ganadería. Al paso, con pases del desdén, el madrileño lo sacó a los medios y allí lo fue ahormando en su muleta a base de pulsear mucho la embestida del astado al que no podía apretar porque si lo hacía perdía las manos. El público agradeció el esfuerzo con una ovación.

      Tuvo mucho que torear el sexto que manseó en banderillas. A pesar de los esfuerzos de Julián por mantener al toro en los medios tuvo que desistir cuando el astado se marchó a tablas impidiendo cualquier opción de plantear faena. Optó con buen criterio por abreviar.


GALERÍA GRÁFICA -FOTOS: GALLARDO

OTRAS IMÁGENES – FOTOS: GALLARDO

VIDEO RESUMEN – CORTESÍA: FIT