OLIVENZA - Clase práctica

La cantera continúa dando frutos

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Los de casa a hombros
Los de casa a hombros

Ante una exigente novillada de El Freixo, los alumnos de la Escuela Taurina de Badajoz: Alejandro Rivero, Eric Olivera y Fran Amaya salen a hombros tras cortar dos orejas cada uno, por una del joven malagueño Fran Jerez. Con este festejo en clase práctica se descorchó la feria de Olivenza 2019


OLIVENZA – Clase práctica

NOVILLOS: Se han lidiado erales de El Freixo que sacaron fondo de raza, el 3º fue aplaudido al arrastre.

NOVILLEROS:
Alejandro Rivero (de verde botella y oro), dos orejas.
Fran Jerez, de Málaga (de celeste y oro), oreja.
Eric Olivera (de grana y oro), dos orejas.
Fran Amaya (de verde botella y oro), dos orejas.

INCIDENCIAS: Un cuarto de plaza en tarde de lluvia intermitente. Fran Amaya sustitiyó a Manuel Perera convaleciente del accidente de tráfico sufrido hace unos días y que le tuvo en coma inducido. Sus compañeros Eric Olivera y Fran Amaya le brindaron la muerte de sus novillos, este último además brindó también a Yeray Gómez, el otro novillero accidentado.


Antonio Girol.-

       La novillada de El Freixo sacó fondo de raza. Cuando eso ocurre el resultado es que los novillos piden que se les someta, que se les haga todo por abajo para que desarrollen todo el potencial de bravura que esconden dentro. Pero eso es muy difícil de conseguir cuando las manos que deben interpretar esa petición son tan inexpertas como las de los cuatro novilleros que trenzaron paseíllo en la clase práctica con la que se descorchó la feria de Olivenza 2019. De ahí el mérito que han tenido al ser capaces de conseguirlo por momentos.

       Abrió plaza Alejandro Rivero, con el galardón del Bolsín Taurino de Ciudad Rodrigo aún caliente en su esportón.  Sorteó un eral colorado, zancudo y reservón al que le costó acudir de salida a los capotes. Del cuarteto de novilleros, el de Alburquerque era el más placeado y se notó en el inició de faena de muleta, de hinojos en los medios, con un pase cambiado por la espalda al que siguió una tanda, también de rodillas, en redondo con la derecha. Pedía el de El Juli distancia y cuando Alejandro se la dio consiguió correr bien la mano. En otras ocasiones acortó esa distancia y ahí el novillo protestó y las series no tuvieron tanta limpieza. Por el lado izquierdo, al natural, consiguió los mejores pasajes de su actuación. Puso epílogo por benardinas.

       Fran Jerez, de Málaga, evidenció dos cosas en su actuación. La primera, que está bastante verde. Pero eso tiene corrección. Y la segunda, que tiene un corte de toreo muy puro. Y eso, o se tiene o no se tiene. Por lo tanto, conforme vaya ganando en experiencia será capaz de mantener más constancia en su toreo y las faenas le saldrán más redondas. Tiene lo importante que es querer hacer las cosas con mucha verdad y colocándose siempre en el sitio que los toreros se deben colocar. Y esto esta tarde no era fácil ante un novillo con ese punto de raza.

       De Eric Olivera me había hablado mucho, y bien, Juan Bazaga este invierno. Cuando un torero, y Juan lo es, te habla de otro torero siempre te incita a querer verlo. Tuvo el joven alumno de la escuela de Badajoz además la suerte de que le tocó el novillo con mejores hechuras del encierro. Al que había saludado de rodillas por verónicas y con el que se salió a los medios en la faena de muleta con pases de muy bella factura. Pedía el de El Juli, al igual que sus hermanos, que se le hiciese todo por abajo. Por eso, cuando Olivera en muchos compases de la faena logró hacer lo que este demandaba pudo gustarse. En especial al natural. La falta oficio. Normal al ser tan joven. Pero tiene algo, ese algo que me decía Bazaga, que inspira a querer verlo más.

       El mérito de Fran Amaya resultó doble. Primero porque tuvo que sustituir en el cartel a Manuel Perera, compañero herido junto a él hace unos días en accidente de tráfico. Y después, porque se llevó un golpe tremendo al recibir a portagayola al último del encierro y ni se miró la ropa cuando se levantó del piso de plaza. Su inicio de faena de muleta tuvo aroma a toreo caro. Hubo un trincherazo que quedó prendido del recuerdo por la estética de su manufactura. Corrió bien la mano e intentó hacer siempre lo que, con toda seguridad, le habían cantado sus profesores de llevar al novillo muy toreado y siempre en largo porque el de El Freixo tenía la costumbre de quedarse y así lo evidenció al tercer muletazo de las primeras series. Para mi opinión solo tuvo un error en su labor: alargar en demasía la faena. Pero es un error disculpable por las ganas de torear que tienen todos los chavales y más en una plaza como Olivenza.


GALERÍA GRÁFICA. FOTOS: GALLARDO

OTRAS IMÁGENES. FOTOS: GALLARDO