BALANCE de la jornada

Larios deja su marca en Madrid. Talavante y Correa triunfan en sus comparecencias

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Manuel Larios dando la vuelta al ruedo en Las Ventas. (FOTO:Iván de Andrés/Burladero.com)
Manuel Larios dando la vuelta al ruedo en Las Ventas. (FOTO:Iván de Andrés/Burladero.com)

Lo más destacado de la jornada es la vuelta al ruedo de Manuel Larios en la plaza de Las Ventas, junto con las tres orejas que obtiene Talavante en Vera y el triunfo apoteósico del rejoneador emeritense Luis Miguel Correa en Vivares.
Redacción.-

 

El balance de las actuaciones de toreros pacenses que han realizado el paseíllo hoy, domingo 26 de septiembre, ha sido el siguiente:

CORRIDA DE TOROS:

  • Vera (Almería): Más de media plaza. Toros de Fuente Ymbro. El Fandi, oreja y dos orejas. Alejandro Talavante, oreja y dos orejas. Daniel Luque, oreja y silencio.

CORRIDA DE REJONES:

  • Vivares (Badajoz): Tres cuartos. Reses de Sánchez Urbina. Luis Miguel Correa, dos orejas y rabo y dos orejas. Andrés Romero, dos orejas y rabo y dos orejas y rabo.

NOVILLADA CON PICADORES:

  • Madrid (Las Ventas): Última del Ciclo Ocho Naciones. Un cuarto de plaza. Novillos de Lozano Hermanos, desiguales de presentación. 1º, geniudo y bronco. 2º, manso y encastado. 3º, manejable. 4º, manejable aunque a menos. 5º, manso y descompuesto. 6º, reservón y brusco. Manuel Larios, silencio y vuelta al ruedo tras petición. Santiago Naranjo, saludos y silencio tras aviso. Pablo Belando, silencio tras dos avisos y silencio.

Según crónica de los compañeros de burladero.com sobre la actuación de Manuel Larios esta tarde en Las Ventas: «El pacense Manuel Larios, que volvía a Madrid después de quedar inédito en su presentación en Las Ventas a consecuencia de una cogida, salió decidido con el capote en su primero, aunque sin poder asentarse del todo por la condición del novillo. Con la muleta, puso voluntad frente al genio y la bronquedad del ejemplar, que protestaba y se violentaba por arriba. Cuando pudo bajarle la mano, el animal embistió más largo y con emoción. Larios, con esa predisposoción de base, tan sólo se entendió con la exigente embestida en varios naturales sueltos aunque la faena nunca levantó el vuelo».

«En su segundo turno y después de un vibrante saludo a la verónica, protagonizó una faena de más a menos, con un comienzo prometedor. Entonces, el pacense firmó una relajada serie con la diestra. Después, anduvo intermitente alternando algún pasaje rescatable por el lado izquierdo con destemples. Terminó entre los pitones de un novillo parado y sin recorrido. Tras una estocada entera y desprendida, dio una vuelta».