«…Si ha habido algo que en estos últimos tres lustros han funcionado como un reloj en esta tierra ha sido la Escuela Taurina de Badajoz. En la que Nandi Masedo componía el pentagrama y los maestros interpretaban la partitura…»
Antonio Girol.-
Mi relación con Granada es tan íntima que a pesar de llevar ya casi seis años en Badajoz no hay día en que no tenga contacto con las amistades que dejé en aquella maravillosa tierra. Entre esas personas se encuentra Ana Belén Álvarez Abuín, presidente de la plaza de toros granadina. Pero sobre todo aficionada de las que pisan el terreno. Como lo hace anualmente en las novilladas que se celebran en Gor, localidad que cada año por estas fechas honra a San Cayetano, su patrón, con un certamen en el que ocho novilleros sin picadores se disputan en tres jornadas ‘La Almendra de Plata’.
No hace ni dos horas que Ana me ha llamado por teléfono para contarme que le había encantado la actuación de David Bolsico en el coso goreño y transmitirme a su vez que el alumno de la Escuela Taurina de Badajoz había pasado a la final que se celebrará mañana lunes. Como tantas veces pasa cuando hablo con amigos de fuera de nuestra tierra, la referencia a los éxitos de la escuela fue el tema sobre el que versó nuestra conversación.
Debo confesar, e imagino que a muchos de los que ahora leéis estas letras os pasará igual, no es la primera vez que alguien me pregunta cuál es el secreto para que de este manantial de toreros no cese de brotar cada año savia nueva. El secreto es bien sencillo. O mejor dicho no hay más secreto que el trabajo bien hecho, que siempre tiene recompensa. En esa gran labor de estos años ha tenido mucho que ver Fernando Masedo Pacheco. Hasta ayer, como quien dice, director gerente del Patronato de Tauromaquia de la Diputación de Badajoz. Digo hasta ayer porque en una decisión que me parece del todo incomprensible ha sido cesado de su cargo por el nuevo presidente de la citada institución provincial.
Siempre había escuchado eso de que los políticos suelen ser bastante pragmáticos. Lo que se traduce en que no suelen tocar aquello que funciona. Y si ha habido algo que en estos últimos tres lustros han funcionado como un reloj en esta tierra ha sido la Escuela Taurina de Badajoz. En la que Nandi Masedo componía el pentagrama y los maestros Reina y ‘Antoñete’ en su momento, y ahora Reina y ‘El Cartujano’ interpretaban la partitura. Ahí están los resultados en forma de figuras del toreo como Miguel Ángel Perera o Alejandro Talavante y espadas de la talla de Ambel Posada, Javier Solís, Israel Lancho, Julio Parejo, Tomás Campos o José Garrido, entre otros. Y eso citando solo a los matadores porque referenciar a novilleros u otros profesionales me llevaría un espacio del que no dispongo.
De ahí que me ponga en la piel de Fernando e imagine la estupefacción que debió sentir al conocer la noticia. La cual se uniría a la decepción más absoluta de saber que todo el esfuerzo y trabajo de estos años no tenía valor alguno para quien ha tomado una decisión tan incongruente. Sí, incongruente, y así lo digo porque el cese del cargo supone a su vez que la presidencia de la Federación Internacional de Escuelas Taurinas que recaía en la figura de Masedo también se pierde. Con la consiguiente pérdida de peso, en este caso internacional, para nuestros novilleros en certámenes como el de Málaga, al que en tres días acudirá Bolsico en representación de la escuela de Badajoz, o el de Aguascalientes que se celebra cada año por abril en tierras hidrocálidas. Sin contar ciclos como el de Escuelas Andaluzas o de La Maestranza, en los que los continuos éxitos de los alumnos pacenses suponían que para poder repetir había que superar un duro fielato gracias a sus contactos y amistades.
Las consecuencias de esta decisión, que me parece innecesaria sobre todo en estos tiempos en los que más que nunca hay que sumar voluntades y esfuerzos habrá que calibrarlas con el tiempo. Pero lo que sí está más que constatada es la herencia que deja el Patronato mientras tuvo director gerente. Sirvan estas letras de homenaje a quien bien las merece por haber entregado los mejores años de su vida en pos de engrandecer la Tauromaquia y el nombre de la provincia que le vio nacer. Una vez leí que a un ser humano se le puede quitar todo en la vida, menos su conocimiento, sus pensamientos y sus sueños. Yo añadiría, en este caso, que tampoco podrán desposeerlo de su legado. Gracias por dejarnos el tuyo. ¡Fuerza y honor!