El tremendo aguacero que ha descargado sobre Badajoz ha echado al traste con las ilusiones que en la tarde de hoy había depositadas en el cartel del día grande de su feria. Al final se ha cumplido aquello de “a casita que llueve”, como se puede observar en Antonio Ferrera y su cuadrilla, que sorteando charcos, encaminan sus pasos hacia la furgoneta que les espera para llevarles de vuelta al hotel. Esta es la imagen de una tarde con historia. La primera vez que por lluvias se suspende un festejo en la feria de San Juan.