Adiós a José Mª Garzón desde Mérida

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«Ahora en la despedida hemos de testimoniar con un fuerte aplauso su triunfal e inacabada labor en la plaza de toros de Mérida. Además de expresarle nuestro agradecimiento por su decidida voluntad en haber querido devolver a nuestro coso el esplendor que tuvo años atrás»

José Casillas Suárez.-

La tradición popular mantiene un refrán que dice: “en casa del necesitado la alegría dura poco”. Algo parecido ha sucedido en Mérida con la fiesta de los toros. José María Garzón llenó de entusiasmo los tendidos de la plaza del ‘Cerro de San Albín’ en solo dos temporadas en las que gestionó hábilmente los destinos de la ‘mansión’ (en precario) de todos los aficionados taurinos emeritenses.

En este tiempo muchos aficionados nos sentimos felices y esperanzados por el advenimiento de un  personaje que, en su condición de representante empresarial ‘abelmontado’, aportaba una heterodoxa versión, digna y plausible, para promover el entusiasmo por la fiesta en miles de personas en edad madura y en jóvenes entre quienes se podían encontrar aquéllas que nunca habían asistido a un festejo taurino. Este podía ser un primer paso destinado a prender en ellos el interés por lo taurino, después ya llegaría lo del toro con trapío, la autenticidad de la ejecución de las suertes, los puros valores del toreo…Todo a su tiempo.

Se nos fue José María Garzón, el efímero ‘Pasmo de San Albín’. Y con él, de momento, también la esperanza depositada para esta temporada 2014 en que la plaza emeritense debería conmemorar su centenario acogiendo una brillante programación de festejos.

Al igual que le dimos nuestra bienvenida al llegar, ahora en la despedida hemos de testimoniar con un fuerte aplauso su triunfal e inacabada labor en la plaza de toros de Mérida. Además de expresarle nuestro agradecimiento por su decidida voluntad en haber querido devolver a nuestro coso el esplendor que tuvo años atrás. Mas no permitamos que la melancolía embargue nuestras fantasías de nostálgicos  aficionados y, al menos, soñemos como posible  la tradicional corrida de naturaleza goyesca que cada veinticinco años, desde 1964, se ha venido celebrando en el mes de Julio.

Advertimos que el calendario de este año marca  el 5 de julio en sábado, magnífico día para facilitar la asistencia a una importante corrida de toros. Después estaría bien que viniese una buena feria taurina conmemorativa del año tan importante en el que estamos.


José Casillas Suárez es aficionado emeritense.