Muchos, y merecidos, han sido los homenajes que en todos los campos de fútbol se han tributado a la memoria de Luis Aragonés que con su sabiduría y carácter cambió el curso de la historia balompédica de este país trocando la furia y los carros por el toque y los títulos. El mundo del toro, en la figura de Julio Parejo, no ha querido ser menos; de ahí que su corazón rojiblanco le dictase brindarle, esférico en mano, la faena del quinto de la tarde. Lástima que ese toro que hacía cinco no tuviese la raza que le sobraba a aquel mítico ocho.
Parejo homenajea a Aragonés