Tras regresar de Perú y residenciarse en Mérida, Luis Miguel Amado busca seguir creciendo como torero y poder poner en práctica lo vivido en tierras americanas. Repasamos su experiencia en esta entrevista que os ofrecemos a continuación.
Antonio Girol.-
De madre extremeña, nacida de La Zarza, Luis Miguel Amado siempre mantuvo su vínculo con nuestra comunidad gracias a las muchas visitas que llevó a cabo a la población pacense durante su vida. Actualmente y tras llegar de su estancia en América se ha residenciado en Mérida para convertirse ya en un extremeño más. Conversamos con él para que nos narre su experiencia peruana.
– Luis Miguel, no hace mucho que regresaste de Perú. ¿Cómo surgió la idea de marchar hasta allí?
– Surgió en invierno de 2012. Me pusieron en contacto con un señor que había sido novillero en Perú y que actualmente reside en España. Él fue quien movió los hilos para poder torear un par de corridas en aquellas tierras y de esa forma tener la felicidad de y necesidad de vestirme, y a la vez poder continuar creciendo como torero a la vista de cómo está el toreo actualmente aquí en España.
– ¿Y por qué Perú? – Principalmente por el gran número de festejos que se celebran al año y así actuar en un mayor número de festejos. Además de que allí torean quienes se lo ganan en el ruedo y eso también me animó a elegir este país como destino. – ¿Cómo ha sido tu adaptación al país y a su tauromaquia? |
– Sinceramente calé hondo y gusté desde el primer día. Además tampoco me costó la adaptación al toro de allí. En lo personal también me adapté muy rápido a sus costumbres, comida, clima…
– ¿Cómo es la vida allí? Porque sabemos, por las figuras, que cuando van a América se alojan en grandes ranchos de ganaderos autóctonos. ¿Es así también en vuestro caso?
– Hay de todo, Antonio. En mi caso no me puedo quejar. Vivía en Lima, pero en una zona buena y con una gran familia, y mi vida allí como aquí estaba centrada en entrenar los días que no toreaba e ir al gimnasio, en definitiva una vida de torero.
– Cada vez es mayor el número de toreros que tenéis que coger el hatillo y cruzar el charco ante la falta de oportunidades que hay en España, ¿notáis que allí es más sencillo ajustarse?
– En el toreo nada es sencillo, pero si es quizás más justo. Yo viajé con tres corridas cerradas para los días 18 y 26 de julio y el 4 de agosto. En las tres hubo triunfo e incluso gané el escapulario en Lima capital, en la Plaza ‘Lomas de Villa’ Siendo ese el trampolín para ir toreando más ya que conforme me iban saliendo bien las cosas se multiplicaban los contratos. Sin embargo hay que decir que si no triunfas te quedas parado. Ahí se ve que no es fácil hacer allí temporada a lo que hay que sumar la separación con la familia y demás…
– ¿Os renta ir allí? Me refiero a si económicamente resulta rentable o el mero hecho de poder torear compensa el tema económico
– Si me desplazo a tantos kilómetros de mi casa y de mi familia es porque es rentable. Pero ante todo, prima la satisfacción y el sentirme realizado al poder torear.
– ¿Cuál es el recuerdo más bonito que te has traído de Perú? – El respeto, la admiración y el fervor que se tiene hacia la persona del torero. Los peruanos lo viven con mucha pasión y ese cariño te hace sentir grande y diferente. Ves las plazas llenas hasta la bandera e indudablemente es una inyección de moral para quien hace el paseíllo. |
– Actualmente te has venido a vivir a Mérida y digamos que ya has completado el círculo de tu entroncamiento extremeño, no solo ya por vía materna sino residenciándote en Extremadura. ¿Qué tal te va por aquí? ¿Haces campo? ¿Entrenas habitualmente con toreros de aquí?…
– Sí, ya estoy instalado en Extremadura y la verdad que como aquí no se está en ningún lado. Para mí esta tierra es especial por muchas cosas y ahora las podré saborear el doble al estar aquí. En cuanto al entrenamiento lo hago con Miguelín Murillo, Israel Lancho, Luis Miguel Naharro, Miguel Murillo o Manuel Larios, entre otros. Y estoy disfrutando del campo bravo extremeño en los distintos tentaderos en los que participo.
– ¿Crees que tu paso por aquella tierra te puede servir de cara a futuros contratos aquí en España?
– Pues no sé si me servirá. Lo que sí sé es que estoy preparado porque he toreado 16 corridas de toros y no me he quedado parado. Estaría bien que aquí se abriesen los carteles porque hay toreros que llevamos una lucha bárbara y pienso que deberían contar con nosotros sin excluir, claro está, a las figuras que si están ahí es por algo y además son necesarias.
– ¿Y allí, has dejado atado futuros compromisos?
– Sí, de cara al año que viene me vuelvo a marchar porque tengo un buen número de contratos a la espera de torearlos como consecuencia de la buena temporada realizada este año. Estoy deseando de que empiece ya la temporada y sentir esas sensaciones únicas que solo los elegidos podemos sentir.
– ¿Qué le pides a 2014?
– Muchas tardes de gloria y poder verme en alguna feria de mi tierra. Pero sobre todo, que es lo más importante, ser feliz.
– Gracias Luis Miguel por dedicarnos este tiempo.
– Gracias a vosotros.