Se llenó hasta los topes el salón de grados del Colegio de Veterinario para escuchar a Victorino hijo que repasó el estado actual de la fiesta y la cabaña brava. Al término recogió el premio al toro más bravo de la pasada feria de San Juan. (GALERÍA GRÁFICA EN EL INTERIOR)
Antonio Girol.-
Las corridas de Victorino suelen ser de máxima expectación como así mismo lo es la presencia del ganadero en aquellas tertulias en las que participa. Sin ir más lejos el Salón de Grados del Colegio de Veterinarios de Badajoz colgó el ‘no hay billetes’ en la tarde noche del martes. Un público heterogéneo y expectante escuchó con sumo interés las palabras que desde la tribuna les dedicó Victorino Martín García, quien excusó por motivos personales a su padre también invitado a la charla.
El acto se había abierto con la presentación del libro de Memorias de Antonio Contreras Villalobos, veterano veterinario que dedicó unas palabras de agradecimiento a los presentes.
Momentos después tomaría la palabra Victorino hijo que comenzó haciendo una encendida defensa de Extremadura como tierra de toros y toreros, epicentro de la tauromaquia por su situación geográfica. A ello dijo que había que sumar el hecho de que las instituciones tuviesen la suficiente sensibilidad para apostar por ferias como ECUEXTRE o la dotación económica que cada año recibe el Patronato de Tauromaquia a través del cual se fomenta la escuela taurina de Badajoz de tan excelentes frutos.
Posteriormente hablaría de la situación de la cabaña ganadera haciendo referencia a la difícil situación en la que se encuentra actualmente, principalmente por dos motivos que resumió en los muchos requisitos burocráticos que han de soportar los ganaderos con el consiguiente costo económico de manejo del ganado y la situación económica actual producto de la burbuja en la que vivió el sector hasta 2007. Año en que se dio el mayor número de festejos de la historia de la tauromaquia. Según argumentó, en la actualidad estos festejos se han reducido en un 50% con el consiguiente perjuicio que aquella inflación tuvo, y sigue teniendo, para el campo bravo.
Francia, que ha sido un bastión importante para su ganadería y otros encastes minoritarios de quien hizo un alegato como razas a preservar por su alto valor genético, también tuvo un lugar destacado en su intervención. Destacó el papel que juegan las comisiones taurinas, poniendo el ejemplo en la reciente feria de Istres y cómo a base de imaginación una plaza con poco más de 4000 asientos de aforo es capaz de montar una feria rematada en la que harán el paseíllo las principales figuras del panorama taurino.
Por último habló del mayor mal de la fiesta que en su opinión radica en la globalización, al estar el mundo absolutamente colapsado por las tendencias anglosajonas que son las que marcan la pauta de los gustos sociales hoy día.
Encerrona de Talavante y figura de Solís.-
Tras la charla se abrió un periodo de coloquio en donde destacó la pregunta que se le formuló relativa a la encerrona de Talavante en Las Ventas. A este tenor comentó que desde el punto de vista ganadero el encierro le había defraudado, pero que como aficionado se sentía orgulloso de la repercusión previa que había tenido el festejo.
Al hilo de esta cuestión ensalzó la figura de Javier Solís, que se encontraba presente entre el público, desvelando que él había sido el principal impulsor para que el espada pacense actuase de sobresaliente aquella tarde debido a la tremenda fe que le tiene como torero.
Finalizado el evento se le hizo entrega del premio ‘Agustín Molina Blanco’, que a partir de la próxima temporada pasará a denominarse ‘Agustín Molina-Feliciano Gallego’. Galardón que recayó por decisión del jurado en el toro Portovelo, lidiado por Antonio Ferrera en la plaza de Badajoz el pasado 24 de junio.
IMÁGENES DEL ACTO. FOTOS: J.M. AMBRÓS. |
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