VISITA a Los Espartales

La nueva vida de Zorrero II

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El pasado 7 de septiembre, Zorrero II regó de bravura el ruedo de la plaza de toros de Barcarrota hasta el punto de que se ganó el derecho a seguir viviendo. Lo que está haciendo en Los Espartales, en donde José Luis Iniesta le ha dispuesto un harén de vacas de sangre jandilla para que siembre con su descendencia el futuro del hierro que luce en su piel de toro bravo.

Antonio Girol.-

       A Zorrero II le debíamos una visita. Bueno, a Zorrero II y a su criador, José Luis Iniesta. Por eso, cámara en ristre, José María Ballester y un servidor pusimos rumbo a Los Espartales para volver a ver a un toro que el pasado 7 de septiembre, en la plaza de Barcarrota, nos ganó para su causa por su bravura que llevó a su máxima expresión en la poderosa muleta de Miguel Ángel Perera hasta el punto de ganarse la vida en el ruedo. Con ese premio entre sus pitones regresó a su casa para una vez sanadas las heridas sembrar de su casta a las vacas que José Luis Iniesta y Curro Carrillo han dispuesto para su harén particular.

       Nos alegra encontrarlo totalmente recuperado y disfrutando de su merecida vida como señor de la dehesa. Junto a Curro y José Luis recorremos el cerrado en el que conquista a las jandillas que le han asignado.

     “Nos lo trajimos de Barcarrota y esa misma noche nuestro veterinario, auxiliado por Curro, le hizo una cura muy buena”. Curro asiente a las palabras del ganadero que continúa: “Después, semanalmente, lo hemos ido curando y poniéndole cicatrizantes para que sanase lo mejor posible porque el boquete del puyazo hay que curarlo de abajo hacia arriba – explica – Hay que tener mucho cuidado en este tema porque si la herida se cierra mal, eso puede tener consecuencias fatales. Afortunadamente el toro soportó bien las curas y, gracias a Dios, está curado satisfactoriamente”, explica.

      “A finales de noviembre vimos que estaba totalmente recuperado y le dejamos todo el mes de diciembre para que se repusiera tranquilamente comiendo en la dehesa y que se fuese haciendo a su nueva vida. ¡Fíjate qué vida! Aquí, en Los Espartales, con este encinar que es un paraíso”, señala mientras repasa con la mirada la imponente arboleda.

     Contamos mentalmente las vacas que acompañan al toro y el ganadero nos explica cómo ha sido el enlotado: “Yo soy un maniático de los tres por eso le hemos echado treinta y tres vacas”.

      Nos llama la atención esta confesión y José Luis se presta a darnos más información: “Mira, yo compré el hotel Río con trece millones de entrada, y todo lo que es trece o tres me sale bien. No le podía echar trece vacas por eran pocas, pero no más de treinta y tres porque ahora cuando cubra este lote de vacas lo tengo que dejar tranquilo durante un tiempo hasta que le vea sus rastras. Y con treinta y tres vacas puedo hacerme una idea de cómo va a ser como semental”.

      Nos interesamos por el criterio que han seguido a la hora de elegir a las vacas que corteja Zorrero II: “Son vacas de dos líneas diferentes. Tenemos que ver cómo actúa el toro con un tipo y con otro de vacas al no ser un semental que esté contrastado. Le hemos echado de una línea que es menos brava que las que le compré a Paco Ojeda que son muy bravas. Hasta el punto de que algunos toreros me decían: “oye, quítale algo de picante a estas vacas que esto es inaguantable” – sonríe –.  “Y por eso compré cuarenta y dos vacas, también de Jandilla, de Daniel Ruiz para aplacar un poco a las otras. A Zorrero II le hemos echado unas cuantas vacas con mucha bravura de las de Ojeda y el resto con mucha calidad porque el toro ya pone esa bravura que tiene. Con esto, cuando tentemos las vacas veremos qué tal ha sido la liga”.

     Hablando de ligas. ¿De dónde procede este toro? “El padre de Zorrero es el 9-Estornino que indultó, aquí en Los Espartales, El Juli. La madre procede de la línea jandilla de Paco Ojeda”.

     Toca preguntar qué aporta cada progenitor en las rastras: “Un toro te cubre treinta vacas y es el que más posibilidades tiene de marcar la línea en una ganadería. Pero una vez que las vacas son de calidad, te dan la estabilidad de la ganadería”.

     Vamos más allá e intentamos averiguar qué cree el ganadero que puede aportar Zorrero II: “No soy adivino. Le he echado vacas de mucho nivel. Hasta dentro de dos años no puedo decirlo. Esto de la ganadería es muy lento. Por eso debes de tener una cartera de tiempo muy llena para poder esperar. Cuando tentemos las vacas luego habrá que ver los machos que me gusta tentarlos de utreros. Y una vez que hayamos visto hembras y machos dejaremos para una corrida que a mí las primeras me gustan vérselas en plazas de tercera”.

      Continuamos conversando. El ganadero no olvida a Miguel Ángel Perera, el torero al que le cupo el honor de perdonar la vida a Zorrero II con la aquiescencia del público barcarroteño y la venia del presidente Valbuena Arbaiza que sacó el pañuelo naranja: “Le estoy muy agradecido a Miguel Ángel por cómo mantuvo ese toro que tuvo mucho poder y encontró a un torero muy poderoso que lo supo lidiar perfectamente. Fue una tarde en la que se rodeó todo para que fuese impresionante”.

     Nos interesamos por saber si tiene por costumbre de que el torero que indulta a uno de sus toros sea el que le vea las primeras crías en el tentadero. “Indudablemente parte de esas crías quiero que sea Miguel Ángel quien las tiente. Pero también tengo otro amigo mío como es Juli que me ha tentado mucho y me ha hecho sementales, como el caso de Estornino, que estaré encantado de que también venga para comprobar cómo da este toro”.

    No todo es Zorrero II. Aunque sea el protagonista de este reportaje campero. Preguntado sobre la camada de 2020, el ganadero nos responde lo siguiente: “Hay pendiente de vender algunas cosillas. Garzón me pidió una corrida para Santander para Diego Ventura, aunque aún no hemos hablado desde que se confirmó que va a ser el empresario del coso santanderino. Tenemos hecho Arles y Madrid. Y el día 7 vamos con un novillo a Olivenza a una concurso que me encantaría ganar” – dice con una sonrisa –.  “Hemos buscado un novillo bonito, que tenga una proyección agradable. Pero esto es como los melones, hasta que no se calan…Ojalá salga dulce, con calidad, pero con motor”. Crucemos los dedos y ojalá salga como espera el ganadero.

Suerte para la temporada.


ZORRERO II Y SU HARÉN  FOTOS: JMª BALLESTER