El manejo del toro bravo es siempre dificultoso y pone en valor a quienes lo llevan a cabo, ya sea en el campo o en los corrales de la plaza. Sin ir más lejos, esta mañana, durante la maniobra de desembarco de los toros de Lagunajanda que se lidiarán en la primera de abono de San Juan, uno de los toros rompió un murete de los corrales y acto seguido saltó hacia uno de los corrales auxiliares de la plaza. Tras una ardua labor por parte del equipo de corrales con objeto de traer de nuevo al astado al corral de reconociminentos hubo que optar por dormir al animal y tirar parte del muro derruido como mejor medida, tal como se observa en las imágenes captadas por nuestro compañero José María Ballester que acompañan a estas letras. Una vez que el animal recobró la conciencia tras el pinchazo de tranquilizante volvió por sus propias patas al lugar desde donde saltó sin más contratiempo.
