Los dos diestros salieron a hombros del coso dombenitense tras repartirse cinco orejas de astados de Zalduendo que dieron la nota negativa, especialmente los corridos en primero y cuarto lugar que impidieron cualquier atisbo de triunfo de Enrique Ponce muy ovacionado por el público en señal de agradecimiento al esfuerzo realizado en el ruedo.
DON BENITO – Corrida de toros
TOROS: Se han lidiado toros de Zalduendo, correctos de presentación y juego desigual.
TOREROS:
Enrique Ponce (de turquesa y oro), ovación y gran ovación con saludos
Roca Rey (de grana y oro), oreja y oreja con fuerte petición de la segunda
Ginés Marín (de obispo y oro), dos orejas y oreja
INCIDENCIAS:Tres cuartos de entrada en horario nocturno con temperatura agradable. El Fini, de la cuadrilla de Ginés Marín, fue ovacionado tras parear de forma brillante al tercero de la noche. Tras romper el paseíllo se guardó un minuto de silencio por el asesor taurino Miguel Amor y el jefe de protección civil, José Mª Rodríguez.
José Manuel Medina.-
Comenzó la corrida con la novedad del horario nocturno, alternando lo sucedido en el año anterior en la que fue la de rejones la que se celebró a esta hora y la de pie por la tarde. Quizás para evitar el excesivo calor reinante por estas fechas.
Abrió plaza Enrique Ponce que parece estar en ese momento de toreo eterno donde no importa ni los años de alternativa ni el lugar que ocupa en el escalafón, está sublime el valenciano con una racha de triunfos que ha venido a romper precisamente hoy aquí en Don Benito por culpa de un lote infame que apenas le ha permitido unas pinceladas de lucimiento. Ha sido una pena, y a fe que lo ha intentado, sabedor de que si alguien es capaz de inventarse faenas a toros imposibles ese es el maestro de Chivas. Mató su primero de estocada entera tras metisaca. Su hubiese ahorrado el aviso de haber estado más acertado su tercero con la puntilla.
Y si eso fue en el primero todavía peor suerte tuvo con el segundo de su lote, más pendiente de escarbar que de embestir. Una autentica pena porque se le vio contrariado. Lo mejor es que el público supo verlo y se lo reconoció con sendas ovaciones. La segunda tras recetar una gran estocada.
Por segunda vez estaba anunciado en esta plaza el peruano Roca Rey, y esta ha sido la de su presentación tras su ausencia del año anterior por una inoportuna cornada en los días previos. Variado con el capote en ambos toros, ha demostrado el porqué del sitio que ocupa en la actualidad en el toreo. Pisa muy firme este joven diestro andando con mucha solvencia en la cara del toro. Corto una oreja en su primero.
Pero si bien ha estado en el primero con el que quizás haya sido el toro más serio de la corrida, en el segundo estuvo aún mejor. Conectó el peruano con el tendido menos con el presidente que no creyó conveniente otorgarle los dos apéndices del astado a pesar de la fuerte petición del respetable.
Cerró la terna el oliventino Ginés Marín, quizás con el mal recuerdo del año pasado donde no tuvo fortuna en el sorteo matinal. En esta ocasión salió arreando desde el principio. ¡En qué momento se encuentra! Enorme el joven oliventino. Al primero lo toreó muy despacio y con gusto. Mató de estocada sin puntilla lo que le ha valió para desorejar al zalduendo para regocijo del público.
La faena del segundo tuvo otra partitura. Mientras al animal le duraron las fuerzas el torero lo toreó despacio y con temple. Pronto se rajó el astado al saberse podido por lo que Marín tuvo que pegarse un buen arrimón que sirvió para enseñar esa otra dimensión de su tauromaquia. Tardó en doblar el toro y este contratiempo hizo que el público se enfriase a la hora de pedir los trofeos que se quedaron en una sola oreja.
Con Roca Rey y Ginés Marín marchándose en hombros se ponía broche a una noche entretenida para el espectador donde de haber tenido algo de mejor juego el ganado podrían haberse visto seguro muchas más cosas.
VÍDEO DEL FESTEJO. CORTESÍA FIT