Éxito en el desayuno solidario en favor de El Táriba

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Un grupo de aficionados y profesionales posan junAlgunos de los asistentes al desayuno posan junto al novillero venezolano
Algunos de los asistentes al desayuno posan junto al novillero venezolano

Aficionados y profesionales taurinos se dan cita en la plaza de toros de Badajoz para compartir un desayuno con el joven novillero venezolano que en los últimos meses ha estado formándose en la Escuela Taurina de Badajoz. Cuyos compañeros organizaron un desayuno solidario para recaudar fondos para su viaje de vuelta

Antonio Girol.-

     Mientras la ciudad de Badajoz seguía las vicisitudes de la 29ª edición de la Media Maratón de Elvas con final en la Avda. de Huelva, un nutrido grupo de aficionados y profesionales taurinos se daban cita en otra Avenida de la ciudad pacense. En este caso en la de Pardaleras, barrio en el que se enclava la plaza de toros.

     El motivo era despedir a Reynaldo Gil ‘El Táriba’. Novillero venezolano que en los últimos meses ha estado formándose en la Escuela Provincial de Tauromaquia y que el próximo sábado volará de regreso a su hogar en San Cristóbal (Venezuela) Un joven que por su carácter amigable se ha ganado el corazón de todos aquellos que le hemos conocido durante este tiempo.

     Hasta el punto que sus compañeros de escuela, con la participación de sus padres y de los profesores y gerente de la citada entidad, idearon organizar un desayuno que sirviera de despedida del compañero y a su vez reportase unos beneficios para Reynaldo cuya situación familiar en el país sudamericano no es fácil.

     El gesto tuvo el eco que era de esperar en el mundillo taurino, de sobra conocido por su generosidad con los más desfavorecidos. De ahí que todos aquellos que acudieron a endulzar la mañana de domingo con los churros y el chocolate que altruistamente donó la Churrería ‘Los Primos’ permitieron una importante recaudación. A la que hay que sumar otras donaciones de aficionados de fuera de la ciudad que no pudieron acudir a la cita, pero no por ello quisieron dejar de aportar su granito de arena en forma de óbolo.

     Durante las más de dos horas que duró el desayuno, Reynaldo no paró de agradecer y saludar a todos cuantos se acercaron al ruedo de la plaza de toros pacense. Seguro que ni él ni sus padres olvidarán jamás este día ni su paso por Badajoz. ¡Buen viaje, torero!