Los alumnos de las escuelas taurinas de Badajoz, Granada y Lucena dejan un grato recuerdo en los aficionados que se dieron cita en el coso dombenitense y solo el mal uso de los aceros impidió que Romera, Molina, Merino y Pintiado no acompañasen a Medina e Iván Valares en la salida a hombros.
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Borja Domínguez.-
Abrió plaza un precioso jabonero con muy buena condición. Juan José Romera, de la Escuela Taurina de Granada, de inicio le anduvo para atrás con el capote para luego torear a la verónica. Con la muleta tiró bien del eral con ambas manos. Tardó en echarse el de Talavante y ello provocó que se enfriase el ambiente teniendo que conformarse el granadino con saludar una ovación desde el tercio.
Rodrigo Molina, de la Escuela Taurina de Lucena, paró a su eral a pies juntos con el capote para luego continuar con un variado saludo capotero. No tenía mucha fuerza el de Talavante pero Molina lo supo entender y fue haciéndolo poco a poco con mucho temple y pulseando muy bien las embestidas hasta conseguir afianzar al astado. Se apreció que está rodado. Tras una buena estocada le concedieron un trofeo.
David Merino, novillero del Puerto de Santa María pero alumno de la Escuela Taurina de Badajoz, paró el tercero de la tarde por verónicas. Le brindó la faena a su maestro Luis Reina. Toreó el portuense con mucho gusto y acompañando muy bien con la cintura los muletazos. Evidenció muchas ganas poniendo empeño en que su actuación cogiese vuelo. Bonito fue también el final de la misma por ayudados por alto. Lástima que luego no lo refrendase con la espada perdiendo así los trofeos. El público muy cariñoso toda la tarde le obligó a saludar desde el tercio.
De los seis actuantes, Antonio Medina resultó el más puesto. Saludó a su oponente con verónicas muy templadas que remató con una media con las rodillas en tierra. Tras un emotivo brindis a la madre del maestro Reina, se fue a los medios y allí comenzó su faena de muleta de rodillas. Rápidamente le cogió el aire al eral de Talavante y lo toreó con mucho gusto por ambas manos. Conforme el astado fue perdiendo fuelle, el novillero de Zafra fue acortando terrenos hasta meterse en los del animal. Puso broche a su labor con unas ajustadas benardinas. Mató de una gran estocada y fue premiado con dos merecidas orejas.
Tras Medina actuó Iván Valares, de Miajadas y alumno de la Escuela Taurina de Badajoz, que salió a revienta carderas yéndose a la puerta de chiqueros. Ya antes había dejado tarjeta de presentación ante los muchos vecinos venidos de Miajadas para verle, en un quite por caleserinas. En banderillas también formó un gran alboroto. Brindó al cielo y se quedó en los medios para instrumentar un pase cambiado por la espalda. Cogió bien el pulso al novillo de Talavante, sobre todo por el pitón izquierdo por donde realizó una faena muy templada. Mató muy bien y le concedieron el rabo.
El último de los alumnos de la Escuela Taurina de Badajoz que actuó fue Antonio Pintiado, al que correspondió el otro jabonero del encierro. Este con más cuajo que su hermano de camada. Lo paró Pintiado por verónicas. Comenzó la faena de muleta por alto; sin embargo, al astado había que poderle por bajo. Tras su labor paseó un apéndice.
GALERÍA GRÁFICA (BORJA DOMÍNGUEZ) |
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