La cara y la cruz. Así vivió Tulio Salguero su reencuentro con la plaza de Las Ventas. Cara por su buena actuación durante toda la tarde, especialmente con su primero del que paseó un meritorio trofeo. Y cruz, al ser herido en el sexto cuando se disponía a rubricar con la espada otra buena faena. Así se va a Madrid, a triunfar o a ofrecer la sangre. ¡Enhorabuena!
