Invitó el ganadero Justo Castilla a la Escuela Taurina de Badajoz a su finca de Navarredonda, en la que cría sus reses de sangre guateles, y hasta allí se desplazaron Antonio Medina, Ismael Jiménez y Alejandro Rivero para representar a su escuela compartiendo tentadero con el matador Morenito de Aranda. Quiso también el ganadero que los tres chavales conociesen de primera mano otra labor campera, en este caso el herradero. Y la terna ayudó a las labores de marcar a fuego las reses que dentro de un par de años serán tentadas, quien sabe si por ellos mismos ya como figura de los novilleros…
La escuela de Badajoz en lo de Justo Castilla