El novillero pacense comienza su preparación campera tentando dos utreras del histórico hierro del círculo y las aspas que soñase Fernando Parladé, y al igual que aquel ganadero romántico, él también sueña con una temporada en la que colmar sus aspiraciones de pisar plazas de responsabilidad que desemboquen en la deseada alternativa. (REPORTAJE GRÁFICO EN EL INTERIOR)
Antonio Girol.-
El invierno, aunque como estación aún no haya llegado al calendario, es época en la que los toreros ponen a punto sus muñecas y, sobre todo, sus sueños. Para ello no hay nada mejor que la serenidad del campo. En ese paraíso terrenal que es la dehesa, echan a volar sus ilusiones como echan a volar los vuelos de sus trastos. Es el caso de Tulio Salguero, como se puede apreciar en la siguiente galería de imágenes tomadas en un tentadero en Parladé. En la ganadería hermana de Juan Pedro Domecq, el novillero valverdeño tomó el pulso a dos utreras del histórico hierro con la mente puesta en una temporada venidera de la que espera cotas mayores como volver a pisar Madrid y la ansiada alternativa. De ahí que no pueda perder ni un segundo en estos meses de exhaustiva preparación.
TULIO SALGUERO EN PARLADÉ |
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