POSADA DE MARAVILLAS - Matador de toros

«Mi intención no era tanto salir en hombros como sí torear a gusto»

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1969

Cuando aún no se han cumpido ni dos semanas de su triunfó en el día de su alternativa en la plaza de toros de Zafra hemos querido saber qué tal vivió ese momento y cómo está disfrutando de estos días en los que repone fuerzas de cara a sus próximos compromisos en América.

Antonio Girol.-

Irradia felicidad. No es para menos después de su triunfal alternativa en Zafra. Quedo con Posada de Maravillas para entrevistarle y me emplaza a vernos en La Mosca, un conocido pub pacense en el que se ha citado con un grupo de amigos para tomar una cerveza. Cuando llego al local observo que Juan Luis podría pasar desapercibido como un universitario más de los que disfrutan de una relajada tarde de jueves en sus veladores, sin embargo conforme vamos hablando lo que a continuación se transcribe en esta entrevista, uno se da cuenta de que Juan Luis Ambel Barranco posee una madurez superior a la de los chavales de su edad. Producto, no me cabe duda, de sus vicisitudes en los ruedos, forjada a su vez en saber que el hilo del que pende la gloria y el fracaso en la balanza es tan fino que merece la pena vivir los momentos con la  intensidad con que él los ha vivido en estos últimos tiempos.

– Juan Luis, ya han pasado casi quince días de tu alternativa, ¿cuáles son tus sensaciones?

– La verdad es que en los días posteriores a la alternativa he vivido en una nube. Ahora, que ya ha pasado  ese tiempo que comentas,  voy procesando lo vivido porque ha sido como un punto y aparte tras unas jornadas que han tenido momentos increíbles unidos a la dureza de lo pasado.

– No sé si a lo largo de tu vida habías soñado con tener una alternativa como la vivida el pasado 3 de octubre en Zafra

– Si te soy sincero mi intención no era tanto salir en hombros como sí torear a gusto, torear para mí y disfrutar porque sabía que si lo conseguía, lo demás vendría aparejado.

Posada de Maravillas durante la entrevista concedida a BT

– Hacía tiempo que no veía una plaza tan entregada en una salida a hombros. Ese júbilo que a veces se echa de menos y que ese día sí noté en los que se lanzaron al ruedo para sacaros por la puerta grande

– Fue una explosión de toreo.  Es verdad que por desgracia no estamos acostumbrados a ver tardes en las que sea todo tan redondo: la plaza se llene, los toros embistan y los tres toreros triunfen. Aderezado por un ceremonia de alternativa en un marco tan bonito, con un ambiente fantástico. Todo eso ayudó muchísimo a que saliese como salió.

– El hecho de la alternativa en Zafra, ¿cómo surge?

– Para empezar por mi vínculo con Zafra que ha sido siempre muy grande. Allí viví los siete primeros años de vida. Además, ha sido una de mis plazas talismanes por aquel indulto al eral de El Juli. Bueno, y porque creo que es un lugar que por ubicación es ideal. Está cerca de mi ciudad, que es Badajoz y relativamente también cerca de Sevilla. Supone por tanto  que se junten dos ambientes magníficos. Con el añadido de poder marchar luego a América.

– ¿Pero hubo otros ofrecimientos o directamente decidisteis Zafra al inicio de la temporada?

– Después de Madrid nos propusieron tomar la alternativa en varios sitios. Yo estaba dispuesto a dar el sí sobre todo en Pamplona que ha sido siempre mi objetivo de cara al doctorado. Sin embargo Luis Álvarez me sosegó, me dijo que lo pensase con frialdad; primero, por ver la evolución de la mano, y también porque después de San Fermín prácticamente en esas fechas todos los carteles de la principales ferias están cerrados y casi presentados. De ahí que me animase a tomar la alternativa en Zafra. Sinceramente creo que es la mejor decisión que he tomado.

Momento de la ceremonia de alternativa

– En algunas alternativas es frecuente que los compañeros de cartel te dejen  elegir el toro de la ceremonia, ¿ocurrió así en la tuya?

– Tengo entendido que se sorteó. Yo soy de sortear más que de elegir porque basta que te dejen escoger para que luego te equivoques. Así que mejor que yerre el destino.

– ¿Qué te dijo Morante?, si se puede preguntar…

– Si te soy sincero, entre los nervios y demás, no le entendí nada (se ríe) Pero sí me quedó claro una cosa al final del discurso: “…ahí tienes el toro que es quien te va a decir cómo es esta profesión” Le respondí: “Pues sí maestro, así es, y ahora voy a ir a por él” Fue una tarde muy agradable y en ningún momento aprecié rivalidad, en cambio sentí siempre el apoyo y cariño tanto de Morante como de Talavante

 

– Y en la devolución de trastos, ¿qué le dijiste tú  a él?

– Le dije a los dos, porque a mí personalmente me gusta que el testigo también esté cerca aunque sé que históricamente su figura era más por si tenía que cortar al toro y de ahí que el testigo está más alejado de la ceremonia, por eso les dije a los dos que les agradecía enormemente que hubiesen aceptado darle  la alternativa a un chaval que aún no ha dicho prácticamente nada en el mundo del toro. Y también les agradecí lo mucho que han aportado a la tauromaquia.

– ¿Cómo te viste en el de la alternativa?

– Como te he dicho al comienzo, en el primero estaba en una nube. Por la alternativa, por el brindis a mi tío y a mi hermano. Al principio no estuve muy a gusto con el toro. Es cierto que se venía de largo, que era algo que me gustaba, pero también lo es que se metía por dentro y a veces tocaba y se caía. Eso hizo que hasta mitad de faena no terminase de cogerle  el aire, y de ahí para adelante sí que empecé a sentirme más como soy yo.

´- ¿Y en el último?

– En el sexto salí muy animado y concentrado. Con una mentalidad distinta al anterior toro porque ya había pasado el trance emotivo de la alternativa. Cuando hice el brindis al doctor Piñal, quizás el más emotivo que he hecho en toda mi vida, me dije no me va a pasar como antes así que me voy a los medios con el cartucho y que rompa esa emoción.

– Los días previos a una fecha tan especial como es tomar la alternativa deben ser días muy especiales, ¿cómo fueron los tuyos?

– De los cinco días hubo tres muy malos porque la cabeza se pone a dar vueltas y no haces más que montarte castillos de tanto pensar. Tengo un amigo con el que me gusta hablar de todos estos temas, me vino a ver y me tranquilizó bastante. De ahí que los otros dos días los disfrutara a tope porque comprendí que esto pasa muy rápido y debes disfrutarlo para que te quede el recuerdo más bonito posible.

– Se abre una nueva etapa y se cierra otra en la que has conocido la gloria y el dolor a partes iguales. Iniciabas tu andadura en el escalafón de novilleros con caballos con un indulto en Olivenza y al año siguiente casi estás a punto de tener que dejar la profesión por un accidente, nunca mejor dicho lo de accidente, con la espada en Pamplona.

– Cuando escuchas a toreros que han estado en el dique seco, te puedes hacer una idea pero solo lo comprendes cuando lo vives en tus propias carnes. Yo, al principio no era consciente de lo que me había pasado, pero sobre todo a partir de la segunda operación con los terribles dolores que me asolaban a cada momento sí que tuve incertidumbre e inicie un proceso de madurez como persona.

– Me consta que las noches eran terribles

– Uf, había noches que no dormía nada. Si acaso una hora, me tomaba un calmante que la mayoría de las veces ni me hacía efecto,  eso hacía que me tuviese que ir a urgencias para que me pinchasen. Si no hubiese sido por mi familia, y el apoyo que encontré en ellos, no sé que hubiese hecho.  Además de lo mal que estaba con esos dolores aún me dolía más ver lo que ellos estaban sufriendo por mí. Adelgacé casi ocho kilos.

– ¿Los viajes a Santander eran lo único que te alegraba?

– Cuando viajaba a Santander, que era cada veinte días,  y el doctor Piñal me decía que iba a mejor, siempre le preguntaba lo mismo: “¿cuándo puedo torear?” Y él siempre me respondía: “Esto está mejor”. Pero sin darme una fecha.

Preparación invernal con la mano protegida

–  Así, y todo, esos viajes para mí eran muy positivos porque me aconseja  que tuviese paciencia porque volvería a torear. Me volvía muy animado, pero a los quince días ya empezaba otra vez a desesperarme, y vuelta a Santander…

´- ¿Cuándo se produce el milagro?

– El punto de inflexión fue cuando me dijo: “dentro de un mes,  puedes coger la muleta”. En quince días estaba con ella en la mano. Era mañana, tarde y noche toreando, porque si veía que no me podía dormir me quitaba la escayola, y al lío. Me tomaba un calmante, dormía dos horas, me despertaba y otra vez  con la muleta en la mano derecha. Así día tras días, y en el que hizo quince estaba, no ya de salón, sino toreando una becerra. Cuando le mandé al doctor Piñal la foto se quedó blanco y me llamó inmediatamente para decirme qué estaba haciendo.

– Este médico llega a tu vida de la mano, nunca mejor dicho, de José María Manzanares que ha sido a su vez quien te ha regalado el traje de la alternativa

– Así es. El vínculo con el maestro Manzanares ha sido, y es, increíble.  Desde el primer momento del percance se puso en contacto con mi hermano Santiago. Le dijo que no tenía dudas de que me habrían operado muy bien en Pamplona, pero que no estaría de más que me viese el mejor especialista en manos como es el doctor Piñal. Ahí se demuestra la grandeza de la persona más allá de su grandeza como torero. E inmediatamente surge el vínculo. Un día hablando con él, le comenté que cuando tomase la alternativa quería hacerlo con un traje suyo. Se quedó alucinado y me dijo que para él era todo un honor que yo quisiese hacerme matador con un traje suyo.  Me preguntó qué color prefería, y le dije que me era indiferente, que para mí lo importante era llevar ese vestido. Estuvo quince días dándole vueltas hasta que eligió el que vestí en Zafra.

Brindis al doctor Piñal, que recuperó al hombre y al torero

– Se abre ahora un camino con un apoderado que tiene muchos contactos en América, aparte de Calí que hay más hecho

– Sí, está hecho Cali (Colombia) el día 27 de diciembre con Fandi y Roca Rey en el cartel. Entre los contactos de don Luis y los argumentos que, entiendo he dado, durante esta temporada con triunfos en plazas de importancia creo que voy a poder meter cabeza en más carteles por aquellas tierras a la que me iré en diciembre y nos quedaremos todo enero.  Hay cositas más o menos hechas pero no puedo decirte nada más.

– Solo me resta desearte toda la suerte del mundo en esta nueva andadura

– Muchas gracias por vuestra atención, sois un medio que trata a los toreros como creo que se les deben tratar por el cariño y el respeto que lo hacéis, de ahí que te reitere una vez más mi agradecimiento.