Cuando la primavera llega a su máximo esplendor en la dehesa se funde la gama de colores del campo con la cromática del toro bravo en libertad. En este reportaje que a continuación les ofrecemos se aprecia perfectamente la simbiosis de campo y bravura…
Antonio Girol.-
Si hay un mes que destaque sobre los otros en el calendario es el de mayo por la explosión de color que provoca en los campos. Nuestras dehesas rompen en su máximo fulgor exponiendo una gama de tonalidades que sería la envidia de la paleta de los mejores paisajistas del siglo XIX. Es la primavera en su expresión de mayor viveza. Y hablar de dehesa extremeña es sinónimo de hablar de toros. Como se puede apreciar en las imágenes que acompañan estas letras. En las que se observa la majestuosidad del rey absoluto moteado del verde de la hierba y los amarillos y púrpuras de las flores que orgullosas dan cobijo a madres y crías que pasados los años se convertirán en uno de esos astados que plácidamente descansan en La Mata, la finca del ganadero Juan Albarrán. Uno de los muchos representantes de la bravura de nuestra provincia.
Disfruten del esplendor…
GANADERÍA DE JUAN ALBARRÁN. FOTOS: ANTONIO ÁLVAREZ |
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