Su nombre es Xisto y pertenece al hierro de José Enrique da Silva. Debutó el pasado lunes en Hornachos e hizo las delicias de los espectadores con su valentía y majestuosidad a la hora de ir al toro, provocando las ovaciones del respetable.
Antonio Girol.-
Como recordarán los lectores de BADAJOZ TAURINA, el pasado 30 de agosto en la plaza de toros de Valdecasas de Tajo, Juan Carlos Jiménez perdía por cornada mortal a su caballo ‘Pintor’. Una pérdida importante dado que era el caballo estrella del rejoneador emeritense.
Sustituir a un colaborador de esa categoría no resulta fácil. Porque a sus dotes toreras hay que sumar las de doma y acoplamiento entre caballero y cabalgadura. En la búsqueda por encontrar un equino que sustituyese tan irreparable pérdida, Jiménez se desplazó hasta Portugal, cantera de excelentes caballos toreros como se ha venido demostrando en las últimas décadas.
Allí, en la ganadería de José Enrique da Silva, le esperaba ‘Xisto’. Un pura sangre lusitano de capa alazana que a decir de su propietario era un auténtico diamante. Y a fe que estaba en lo cierto. Juan Carlos Jiménez lo hizo debutar el pasado lunes en Hornachos, y el resultado fue extraordinario. Dio un juego espectacular en banderillas hasta el punto de que el rejoneador lo usó en los dos astados que le correspondieron en suerte. En ambas faenas dejó en alto el pabellón de su raza y de su sangre, formando un auténtico lío en la plaza dadas sus innatas cualidades para ir siempre de frente al embroque y quebrar con elegancia. Anoten este nombre, ‘Xisto’, porque dará que hablar en el ruedo. Lugar donde se demuestra la valía de los toreros: ya sean hombres o caballos. ‘Pintor’ tiene digno heredero. |