BADAJOZ - Novillada con picadores

Espinas y rosas

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El esperado mano a mano entre José Garrido y Posada de Maravillas se saldó con la salida en hombros de ambos novilleros que tuvieron enfrente un encierro de ‘El Juli’ de juego desigual.

LA FICHA

TOROS: Se han lidiado novillos de ‘El Freixo’, desiguales de presentación y juego.El segundo aplaudido al arrastre.

ESPADAS: -José Garrido (obispo y oro), dos orejas, oreja y dos orejas con petición de rabo.

-Posada de Maravillas (blanco y plata), dos orejas, ovación y oreja.

INCIDENCIAS: Un tercio de plaza en tarde de temperatura agradable. Se guardó un minuto de silencio en memoria del veterinario Feliciano Gallego tristemente fallecido la pasada feria de San Juan en acto de servicio. Presidió José María Gordillo.


Parte médico: Tras la lidia del tercer novillo pasa a la enfermería el novillero José Manuel Garrido al que se le aprecian varetazos en cara anterior de ambos muslos. Erosiones en pie y pierna izquierda. Fuerte contusión en cara externa de la pierna izquierda con gran hematoma, lesión de la musculatura peronea y probable fisura del peroné izquierdo (posteriormente sería sometido a pruebas radiológicas que descartaron dicha fisura). Fdo. Dr. Hdez de la Rosa.

José Garrido muestra satisfecho las dos orejas del quinto. (FOTO:Gallardo)

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OPINIÓN (AL QUITE)

«Por qué señor presidente, por qué, por qué sacó usted el pañuelo…»

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LAS OTRAS IMÁGENES

 

Antonio Girol.-

Dicen que segundas partes nunca fueron buenas. Y habrá que creerlo. El caso es que todos los que esta tarde nos encaminábamos hasta el coso de la Avda. de Pardaleras llevábamos prendido en la memoria el recuerdo de aquella matinal de la feria de Olivenza. Una novillada que tras lo visto esta tarde aún engrandece más su mística y su recuerdo, y como me dijo un buen amigo a la salida: «es ya histórica».

De la de hoy más allá de la heroica de José Garrido al salir de la enfermería a torear al quinto poco más recordaremos cuando el tiempo la cubra con su velo.  Ojo, eso no significa que no hayan ocurrido cosas interesantes en el ruedo.

Hablaba yo de esa heroicidad y no es para menos viendo cómo minutos antes el joven pacense había sido zarandeado al entrar a matar al tercero. La espeluznante voltereta sacudió como un calambrazo a cada uno de los que presenciábamos el festejo y los segundos que precedieron con el novillero preso de los pitones del utrero de ‘El Juli’ tuvieron el espacio de tiempo propio de la eternidad.

Todo hacía pensar que semejante paliza tendría inexorablemente consecuencias funestas. Afortunadamente no fue así y tras pasar por las manos del equipo médico habitual de la plaza y ser explorado volvió al ruedo, literalmente cojeando, con la taleguilla recompuesta con esparadrapo y un fuerte vendaje en el tobillo y gemelo izquierdo, para lancear al penúltimo del encierro, que para dotar de más dramatismo al cuadro llevaba por nombre ‘Enemigo’.

Le paró con la cadencia del capote mecido más que lanceado, jugando los brazos y sin mover los pies del suelo ante la imposibilidad física que tenía en ese instante.

Espeluznante voltereta al entrar a matar. (FOTO: J.M.Ballester)

Afortunadamente el utrero tenía mejor son y cualidades que su hermano anterior y permitió que Garrido le enjaretase una faena, sobre todo por el pitón izquierdo, en la que pulseó con suavidad las embestidas haciendo volar la bamba de la muleta al natural.

Si de algo anda sobrado el novillero badajocense sin duda es de raza y así lo demostró sobreponiéndose al dolor y dando importancia a lo que hacía en la arena al coger siempre muy  en corto al utrero a fin de que las transiciones entre muletazo y muletazo no le obligaran hacer un esfuerzo físico mayor del que en ese momento podía. Epilogó por manoletinas y solventó la papeleta de entrar a matar de manera inteligente dejando una buena estocada. Para que la épica terminase de ser completa él mismo apuntilló al toro en una estampa añeja y de sabor. Dos apéndices fueron a parar a sus manos y una bronca a los oídos del presidente por negar el rabo que pedía el respetable con insistencia.

¡Hay que ver cómo es esto del toreo! Quién le iba a decir a Garrido, viéndole con esa suficiencia con la que lidió a su primero, que en el último tendría que hacer tamaño esfuerzo. Porque con el que abría plaza, el más terciado del encierro, hubo momentos en los que se le apreció cierto desdén que deparó en casi nula transmisión con los tendidos.

Muletazo relajado al primero de la tarde. (FOTO: Gallardo) Es verdad que con el capote había estado variado desde las verónicas rodilla en tierra con las que saludó a su antagonista pasando por el vistoso galleo que instrumentó para poner al toro en suerte. Tuvo el defecto de alargar en demasía una faena que debido a la sosa embestida del animal que le tocó en suerte aún dijo menos.  A excepción de los compases finales en los que el arrimón final buscó prender alguna mecha en los tendidos. Mató de estocada defectuosa e incomprensiblemente recibió de premio del doble trofeo.

El tercero tenía mucho que torear por la brusquedad de sus embestidas que ya evidenció al tomar el capote en el farol de rodillas con el que fue saludado. Quiso Garrido demostrarle quién mandaba yéndose a los medios para iniciar el trasteo muletero por alto, muy estático. Y ahí entiendo que se equivocó porque tal vez habiéndole sometido por bajo, doblándose con él, de forma estética, hubiese tenido idéntico calado en los tendidos pero más mando en el toro. Sea como fuere el utrero no dejó ni un instante de tirar feos tornillazos a la salida de cada pase e intentar irse de la pelea buscando las tablas con la mirada.

Con buen tino le cambió de terrenos y de mano y si bien en la primera tanda aquello surtió efecto, en la siguiente ‘Barbero’, que así se llamaba el de ‘El Freixo’, evidenció de nuevo su áspera manera de embestir que encontró respuesta en la valentía de su lidiador que no se amilanó en ningún momento. Hasta el punto de sufrir una voltereta sin consecuencias. Distinta sería la que más tarde se llevaría al entrar a matar por segunda vez, cuando la res le esperó y lo lanzó como un ovillo de lana por los aires rematándole antes de que cayese al suelo y posteriormente zarandeándole ante el mar de capotes que intentaban en vano quitar al utrero de su presa.  Con el rostro pálido y cojeando obstensiblemente pasearía una oreja ganada, nunca mejor dicho, a ley.

Posada de Maravillas llegaba a Badajoz aún bajo la mística del recuerdo de su faena a ‘Corremantas’. No ha tenido en esta ocasión tan buen mimbre para confeccionar su cesto, pero sin embargo ha dejado una nueva muestra de sus innegables dotes toreras. A sus tres antagonistas los ha parado con suavidad en el capote. Especialmente gráciles fueron las verónicas que enjaretó a su primero.

A este, sin duda el mejor novillo del trío que le tocaron en suerte, lo entendió bien desde los compases iniciales al aplicarle la suavidad del trazo fino de los naturales a partir del minuto cero. Relajado, con esa manera tan propia que tiene de andar ante la cara de los toros le fue desgranando sedosas tandas que hicieron que la res se deslizara en los flecos de su muleta. Mató de entera desprendida y como el precio de las orejas a esa hora del festejo estaba en su mínimo histórico, le fueron concedida dos como a su compañero en el primero.

Saltó el cuarto y a muchos nos dio un vuelco el corazón al ver al colorado corretear por la arena. La mente humana es así de caprichosa al evocar recuerdos gratos. Sin embargo, luego el novillo se encargó de borrarlos de un plumazo. Puede que de la costalada que se diese o porque esa era su verdadera condición, el caso es que en banderillas el animal fue a peor y en ese registro se mantuvo hasta que fue despachado de entera tras tres pinchazos. No regaló ninguna embestida humillada, limitándose a pasar sin entregarse en ningún momento impidiendo que el menor de la dinastía Posada le pudiese bajar la mano, que se tuvo que limitar a trastearlo de la manera más decorosa posible. Posada de Maravillas al natural. (FOTO: Gallardo)

 

De similar juego resultó el sexto, que junto con el primero de la tarde han resultado los dos de peores hechuras.  A este animal, de nombre ‘Tirachinas’, le instrumentó un quite Curro Damián, novillero almendralejense que oficiaba de sobresaliente. Tras el brindis al padre de ‘El  Juli’ tanteó a la res y se la llevó inmediatamente a los medios en donde a media altura, sin exigirle mucho, lo pasó por ambos pitones. Al igual que su hermano la escasez de celo y raza provocaban que saliese de los muletazos mirando a los tendidos.

Lo mismo entre las dos rayas o más tapadito en tablas se hubiese entregado algo más. Nunca lo sabremos. Mató de entera y fue premiado con una oreja al esfuerzo.

Con el arrastre de este sexto y los dos novilleros abandonando en hombros el coso pacense se acababa así un festejo que había deparado tal vez más expectación en la calle que la que luego tuvo en la plaza tanto por el juego de las reses como por la entrada.

 

AL QUITE (OPINIÓN)

«POR QUÉ SEÑOR PRESIDENTE, POR QUÉ, POR QUÉ SACÓ USTED EL PAÑUELO…»

Juanito Valderrama cantando 'El Maletilla'

Antonio Girol.-

Era yo un chiquillo y me encantaba escuchar la voz inconfundible de  los hombres del campo que mientras trillaban emulaban a Juanito Valderrama cantando aquello de “por Dios, señor presidente, por Dios no saque el pañuelo….” de su famosa copla ‘El Maletilla’

En la soledad de las eras, roto por el soniquete de los cascos de las bestias al pisar las gavillas era aún más desgarradora aquella historia del chaval que oculto entre la gente sueña con la gloria del toreo  y salta a la arena en el tercer toro de la tarde.  Mira por donde en la de hoy he vuelto a tararear la coplilla, que tenía casi olvidada,  cuando veía como el señor presidente del festejo sacaba el pañuelo.

Me ha sorprendido, y mucho, cómo un usía tan inflexible cuando la encerrona de Antonio Ferrera con los astados de Victorino Martín era en esta ocasión tan laxo a la hora de conceder las dos primeros trofeos del festejo. Puestos a ser tan puntillosos como lo fue en aquella faena del diestro de Villafranco al negarle la primera oreja del toro lidiado en quinto lugar, de nombre ‘Esculpido’, en esta ocasión solo por lo defectuoso de la estocada de Garrido ya debería de haber mantenido el pañuelo en reposo. Pero no. El albo trozo de tela asomó a la meseta e indefectiblemente Valderrama volvió a resonarme en la mente desgranando aquel: “Por qué señor presidente, por qué, por qué sacó usted el pañuelo…”

Esta estrofa volvería a mi cabeza cuando estando como estaba la criatura dolorida, un pie apoyado al suelo y el otro en suspensión, esperando a que el novillo se echase, sonó el aviso… “Ay, que cuchillo de hielo por Dios señor presidente, por Dios no saque el pañuelo…”

Pero no ha quedado ahí el cúmulo de sorpresas. Sobre todo en tarde en que cotizaba tan a la baja el IBEX-35 de las orejas. Al observar cómo desde el palco negaban el rabo en el quinto. Ahí sí que había que ser generoso. Solo por el esfuerzo que supone salir a una plaza mermado físicamente de la manera en que lo estaba José Garrido para torear a un animal debe tener la recompensa de, como poco, cierta sensibilidad. Pero es que además el novillero estuvo valiente, decidido y sobre todo inteligente poniendo en práctica aquella máxima belmontiana de que lo que se mueven son los brazos, no las piernas. Y además, a diferencia de antes, la espada esta vez entró por mejor sitio. Ahí sí señor presidente, con todos mis respetos, ahí sí debió usted sacar el pañuelo.


GALERÍA GRÁFICA (GALLARDO)

José Garrido y Posada de Maravillas.

José Garrido.

José Garrido.

José Garrido.

Posada de Maravillas.

Posada de Maravillas.

Posada de Maravillas. Posada de Maravillas. Posada de Maravillas.
Posada de Maravillas. Posada de Maravillas.

José Garrido.

José Garrido. José Garrido. José Garrido.
José Garrido. José Garrido. José Garrido.
José Garrido. José Garrido. José Garrido.
Posada de Maravillas. José Garrido. José Garrido.

José Garrido.

José Garrido.

José Garrido.

Curro Damián.

Los dos a hombros.


GALERÍA DE CUADRILLAS (GALLARDO)

Fernando González.

José Núñez 'El Pilo'

Jesús Díez 'El Fini'
Antonio Torrado Palomo.

Pepe Elbal.

Juan Carlos de Alba.

Juan Carrasco 'El Bache'

Manuel Larios.

OTRAS IMÁGENES (GALLARDO)

De Ambel a Ambel y de Posada a Posada. Antoñete, Tomás Rodríguez, El Cartujano y Emilio de Justo. Luis Álvarez.
El padre de Garrido y el padre de Posada de Maravillas, siguiendo a sus pupilos. Cuando calienta el sol, aquí en....la grada ...siento tu cuerpo vibrar...por el abanico.
La familia Ambel. El empresario José Cutiño pendiente de la estocada. 'El Juli', tapándose.
Antonio Posada y sus discretas gafas. Brindis a su peña. La madre de Posada no quiere mirar la suerte suprema. Más arriba, el abogado José Carlos Ruiz.

Jesús Arrobas con unos amigos.

Con un recuerdo.

El cocinero y el jefe de cafeteria de El Corte Inglés

Ángel, el torilero, vestido de domingo.

Joana y una amiga.

Posada de Maravillas brindando al padre de 'El Juli'

La cantera pacense no deja de renovarse.

En nuestro CANAL VIDEO pueden ver un resumen de la novillada.

Si usted desea adquirir algunas de las fotografías de estas galerías no dude en ponerse en contacto con nuestro fotógrafo a través del mail gallardo@badajoztaurina.com