La cubierta que será desmontable será construida en Francia y tendrá un coste de 1,5 millones de euros. Con ella se busca mejorar las condiciones en que el público ve los toros en la localidad fronteriza al poseer un sistema de climatización.
Ana Cardo Tostado.-
En una vuelta más por hacer de la feria de Olivenza la referente absoluta del inicio de temporada y en pos de mejorarla más si cabe, en esta ocasión la propiedad de la plaza conjuntamente con la empresa concesionaria (Ruedo de Olivenza) han puesto en marcha un proyecto de cierre con una cúpula que protegerá todos los espectáculos que se celebren en el coso oliventino, para así paliar las inoportunas inclemencias meteorológicas, sobre todo lluvias, que en los últimos años han importunado a los espectadores que abarrotan los escaños en la famosa feria de marzo, llegando incluso a tener que suspender algún festejo como el de la matinal de hace dos temporadas en que habrían de haber hecho el paseíllo Juan Mora, Enrique Ponce y Cayetano ante astados de Zalduendo.
La semana pasada los arquitectos y aparejadores contratados por la propiedad estuvieron haciendo mediciones en la plaza. La infraestructura, de 110 metros de diámetro, cubrirá con aluminio de última generación (o sea el más ligero del mercado) –a pesar de esto pesará 160 toneladas– y fácil de desinstalar, lo que permitirá cubrirla los días de lluvia y descubrirla con el buen tiempo. La cubierta estará impermeabilizada, insonorizada (tiene dos capas y una cámara de aire), climatizada y decorada en su interior, para lo que se sacará a concurso entre los pintores de la región que quieran optar a dejar plasmado su arte en forma de murales. Hay que destacar que la plaza no perderá ni uno solo de sus asientos, que era uno de los quebraderos de cabeza que más preocupaban a la empresa.
A partir de año nuevo los operarios encargados de instalar la estructura comenzarán a trabajar con el objetivo de alcanzar el cierre total previsto para antes del 1 de marzo, fecha en que dará comienzo este año el ciclo.
En lo que respecta a la estructura, que se ha construido en Estrasburgo (Francia) y cuenta con un presupuesto que supera los 1,5 millones de euros, ofrece todo tipo de garantías para la conservación del edificio.
En el momento en el que se cierre la plaza se deberá aplicar la Ley Antitabaco, que prohíbe fumar en los espacios públicos que no estén al aire libre, por lo que todos aquellos amantes de los habanos tendrán que prescindir de sus vegueros, al menos los días en que aceche la lluvia y tenga que colocarse la cubierta.