Fallece Feliciano Gallego, que desde el pasado lunes se debatía entre la vida y la muerte tras sufrir una hemorragia cerebral mientras ejercía su labor de asesor veterinario de la plaza de toros de Badajoz.
Antonio Girol.-
Crespones negros cubren la bandera de la tauromaquia pacense porque un hombre bueno, Feliciano Gallego, veterinario titular de la plaza de toros de Badajoz nos ha dejado para siempre. Al menos de forma física, porque su alma, su simpatía, su afabilidad, su cariño y su alegría se mantendrán por siempre entre los aficionados y profesionales del toreo.
Feliciano, que el pasado lunes 25 de junio subía al palco presidencial a auxiliar a Antonio Paiva con sus conocimientos veterinarios, y justo cuando José Tomás se disponía a pedir permiso para comenzar su faena de muleta se desplomaba ipso facto.
Tras ser evacuado urgentemente por los servicios sanitarios presentes en la plaza y llevado hasta el Hospital Infanta Cristina de Badajoz se supo que el motivo de ese desvanecimiento no había sido otro que una hemorragia cerebral, la cual le ha mantenido con un hilo de vida hasta este justo momento en el que oficialmente los doctores que le atienden han certificado su defunción.
Se marcha un hombre querido y respetado en su profesión y fuera de ella. Un hombre cordial, sencillo en el trato, y que con su buen humor se había ganado el corazón de todos cuantos nos dedicamos en mayor o menor medida a este mundillo.
Aún no se conoce el día y la hora en que sus restos mortales recibirán cristiana sepultura en su pueblo natal, San Vicente de Alcántara, del que se sentía tan orgulloso que cada vez que tenía oportunidad hacía gala de su procedencia.
Desde BADAJOZ TAURINA queremos transmitir un fuerte abrazo, y sentido, tanto a su esposa como a sus hijos y resto de familiares, a la vez que rezamos por su eterno descanso, sabedores de que desde hoy ocupa lugar privilegiado en el paraíso. Descanse en paz.
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El veterinario Feliciano Gallego en estado grave. Noticias, martes 26 de junio de 2012.