En los toros también hubo marcador doble

José Manuel Garrido y Posada de Maravillas salen a hombros en la novillada sin picadores. Luis Manuel Terrón cortó una oreja que de haber manejado mejor el estoque hubiesen sido dos. Vuelta para Silva y ovaciones para El Chorlo y Alejandro Fermín. Los novillos de Píriz dieron buen juego. (GALERÍA GRÁFICA EN EL INTERIOR)

Antonio Girol.-

Comenzó la novillada sin picadores de la feria con cierta modorra. Era como si hasta los propios novilleros se hubiesen contagiado del aspecto desangelado de los tendidos que, de no haber jugado la selección española contra la francesa, a buen seguro habrían presentado un aspecto mucho más colorido.  Sin embargo, conforme se fueron lidiando novillos ocurrió como en esos partidos en los que el equipo en cuestión aprieta el acelerador en la segunda parte y nada tiene que ver con el juego desplegado durante la primera mitad.

Y en ese segundo tiempo ha habido dos claros vencedores en lo que a tanteo se referiere:  José Manuel Garrido y Posada de Maravillas. Y a poco que Luis Manuel Terrón y Miguel Ángel Silva hubiesen tenido más suerte con el acero, perfectamente podríamos estar hablando de cuatro en lugar de dos puertas grandes.

Abría cartel Jesús Díez ‘El Chorlo’, que tuvo dos desgracias. La primera, precisamente ese hándicap que otorga ser el primero, sobre todo en una tarde de acento frío como la vivida; y después, que el novillo le arrollase de salida al intentar dar una larga cambiada a portagayola.

Pecó el de Llerena, como le ocurriese en la pasada feria de Zafra, de alargar en demasía la faena. En no saber cortar a tiempo. Desde mi sitio no pude apreciar si los docentes de la Escuela le apremiaban, o no, a tomar el estoque porque el novillo se le puso reservón y a punto estuvo de llevarse un susto al escuchar dos avisos. El primero de ellos cuando aún estaba toreando y no había ni cambiado el simulado por el de verdad.

A ese novillo de Píriz, que fue soso en su embestida y falto de fuerza, le enjaretó una faena a media altura en la que tuvo que tener especial cuidado por el lado derecho, pitón por el que se vencía el animal habiendo puesto a prueba a los banderilleros en su tercio. A base de tocarle las teclas y llevarlo muy tapado acabó extrayéndole algunas tandas de mérito. Tal vez por ese intento de buscarle las vueltas se le olvidase mirar el reloj y alargase tanto su actuación.  Fue ovacionado tras el arrastre de su oponente.

Alejandro Fermín es una de las esperanzas del toreo en Cáceres, tierra bastante necesitada de un torero que tire para delante de la afición. Alumno adscrito a la Escuela pacense, se hace semanalmente un buen montón de kilómetros desde su Cabezuela del Valle natal, y al hilo de lo visto esta tarde podemos decir que emplea bien el tiempo que dedica en viajar hasta la ciudad del Guadiana.

Aunque por algunos momentos terminó por contagiarse del ambiente y de la sosería de su antagonista, sin embargo tanto en el recibo de capote como cuando logró cogerle el aire al de Píriz por el pitón izquierdo dejó series de naturales rematadas con el de pecho que gustaron al respetable, y al maestro de la música que mandó atacar a la Filarmónica con el pasodoble. Al igual que a su compañero de escuela, también le ocurrió que se pasó de faena con el consiguiente riesgo que ello conlleva de que los novillos se pongan protestones.

Puso fin con molinetes  y un desplante rodilla en tierra antes de dejar media que precisó del uso del de cruceta en varias ocasiones que le valieron también dos avisos. Recibió el cariño del público en forma de ovación.

Poquita fuerza tenía también el tercero, que correspondió en lidia y muerte a Miguel Ángel Silva, que lo recibió con un ramillete de verónicas que abrochó con una media cargando la suerte.

Había el novillo evidenciado en banderillas que se desplazaba en largo, y tras brindar Silva a quien suscribe y a mi compañero Gallardo, “dándonos las gracias por el romanticismo y la dedicación desinteresada que empleamos en informar de los novilleros sin caballos a través de este portal (sic)”,  se fue hacia el de Píriz y por el izquierdo extrajo los mejores pasajes llevándole muy toreado en largo. Supo darle los tiempos que el animal requería, y aunque tenía el problema de la escasez de fuerzas consiguió pulsear las embestidas al ritmo y altura suficiente para que hubiese ligazón.

Tras esas primeras tandas, se fue la res al tercio y allí decidió acortar distancias en su faena. Protestó el astado y Miguel Ángel tiró de raza para sacarle un par de series más, aunque con menos limpieza que las anteriores, que sin embargo calaron mucho entre el público que entendió el esfuerzo que estaba haciendo el segedano. Se atracó de toro al matar y por eso le quedó algo contraria impidiendo que, a pesar de estar enterrada por completo, tuviese efecto fulminante. Luego se atascó con el descabello y malogró un triunfo que tenía al alcance de la mano.  Dio la vuelta al ruedo.

Hasta aquí podríamos decir que discurrió la primera parte de la novillada. Los goles, en forma de orejas, se los habían guardado los hados del destino para la segunda. Entre otras cosas porque los mejores novillos del encierro fueron sorteados en 4º, 5º y 6º lugar.

José Manuel Garrido decidió irse a portagayola, como su compañero ‘El Chorlo’ en el primero. En esta ocasión el lance salió limpio y le siguieron unas cuantas verónicas en los medios que cerró con una media.

Tanto en el saludo como en el ‘pique’ a quites en que entraron Garrido y Posada de Maravillas, el de Píriz salía con la cara suelta y distraída. Sin embargo, en la muleta acabó entregado y tuvo buen son.

Había brindado a su abuela, presente en los tendidos, y se fue hasta el centro del ruedo para iniciar faena por medio de estatuarios rematados con el pase del desdén.  Tiene el novillero pacense buen corte y además le funciona bien la cabeza que es muy importante a la hora de querer ser torero. Entendió bien al novillo, sobre todo por el derecho, trayéndole siempre desde lejos y embarcándolo bien en la bamba de la muleta para luego rematar con gusto las tandas más allá de la cadera.

Más complicado por el izquierdo, por cuyo pitón protestaba, terminó por sacarle un puñado de naturales sueltos de mucha calidad.

Epilogó la faena con ajustadas bernadinas y se fue tras la espada para dejarla entera. Se le pidieron con fuerza las dos orejas que le fueron concedidas, inaugurando con ello el marcador segundos antes de que España, en Donetsk, inaugurara también el suyo con un testarazo de Xabi Alonso.

Posada de Maravillas no había olvidado que el pasado año paseó entre lágrimas el ruedo de Pardaleras por culpa de la espada tras haber enjaretado una faena de ensueño. Y por eso desde el minuto uno salió a por todas con el recibo por verónicas y una media muy pinturera.

Pendiente de la lidia mientras sus banderilleros clavaban garapullos, tomó la montera y se encaminó a brindar a Vicente Giralt para luego marcharse al centro del anillo con la muleta plegada en la mano izquierda en el clásico ‘cartucho del pescao frito’ de Pepe Luis.  Esa mano, la zurda, la maneja a las mil maravillas, nunca mejor dicho. Y con ella enjaretó tandas de naturales de gran composición y clasicismo.

No había conseguido la misma intensidad por el lado derecho, sin embargo cuando acortó distancia e hizo uso de los circulares invertidos sí captó la atención del público que le jaleó.  Epilogó con ayudados de enorme belleza y el guiño cómplice de aquellos tocados por los dedos del duende a través del pase de la firma. Mató de estocada entera y también fue premiado con los dos apéndices de un muy buen novillo.

Quedaba el último, que una vez más y casi como viene siendo tradición en estas novilladas de promoción, ha sido el mejor del encierro. Su nombre ‘Hojalatero’,  marcado a fuego con el número 14. Se le pidió el indulto, de forma a todas luces exagerada. Y luego, esos mismos pro-indulto no dijeron nada cuando ni siquiera se le concedió la vuelta al ruedo que debiera habérsele dado a tan fabuloso ejemplar. En fin, que así son estas cosas de las modas…

A ‘Hojalatero’ lo había recibido Luis Manuel Terrón con un puñado de verónicas que abrochó con la genialidad de un farol invertido. Antesala de lo que vendría después, porque sin dudas ha sido la sensación de la tarde, al menos para mí, porque supone una novedad y deja entrever que hay un proyecto de torero muy interesante, sin olvidar la gran evolución que ha evidenciado de un San Juan a otro.

Muy templado, haciendo las cosas con mucha suavidad y clasicismo. Los naturales que ha dejado sobre la arena del coso de Pardaleras han sido de una calidad excelsa, buscando siempre conducir al novillo por debajo de la pala del pitón y consiguiéndolo, que no es tarea fácil.

Sonó  ‘Manolete’ mientras toreaba, y a mí me hubiese encantado que la banda hubiera atacado con ‘Gallito’, porque Terrón, por su fisonomía y juventud, me evoca recuerdos en sepia del chico de los Gallos. Hubo un desarme y la música cesó, sin embargo tuvo la suficiente capacidad de conseguir que el pasodoble volviese a sonar gracias a una gran tanda de naturales que el eral de Píriz tomó con ritmo en la embestida.

Luego vino el vodevil de la petición de indulto nada más cambiar el muchacho de espada. Se atropelló intentando contentar a unos y otros, y cuando por fin se decidió por entrar a matar, entre algunos silbidos de protesta, se precipitó y mató de manera fea. Fue avisado, pero el eral terminó por caerse con una muerte de bravo. Cortó una oreja. E incomprensiblemente desde el palco no otorgaron el premio de la vuelta al ruedo a ‘Hojaletero’, que la había merecido con creces. Curiosamente ninguno de los voceros del indulto protestó el desliz presidencial. ¡Tremendo!

GALERÍA GRÁFICA (GALLARDO)

GALERÍA DE CUADRILLAS (GALLARDO)