Alejandro Talavante nos atiende tras sus últimos triunfos tanto en La Beneficencia como en Plasencia. Y con él repasamos sus sensaciones más personales en este 2012 que aúna momentos tristes con otros de tremenda alegría.
Antonio Girol.-
Alejandro Talavante tiene una particularidad que le hace especialmente interesante, más allá de su excelso concepto de la tauromaquia, y es su cercanía, su afabilidad. Es una de las máximas figuras del toreo actual pero nunca olvida ni sus raices ni su tierra. Un año más ha querido atendernos. Ya lo hizo el pasado año cuando debutó como ganadero en La Puebla de Sancho Pérez, y esta vez a raíz de ese triunfo importantísimo en la plaza de Las Ventas en la tarde de la Beneficencia. Su compromiso con la fiesta y con los aficionados, con ustedes, queda patente una vez más en el ruedo y fuera de él.
– Alejandro, toca empezar por lo más cercano en el tiempo como son esas dos últimas puertas grandes, las del día de La Beneficencia y Plasencia. Hablando de la de Madrid, ¿cómo la viviste? Porque fue apoteósica en todos los sentidos.
– Sí, la verdad es que fue una tarde que va a suponer un punto muy importante en mi carrera, porque con un lote mediano, que tuvo clase pero que había que extraérsela con paciencia y entrega, pude salirme con la mía y cuajar a los dos toros por lo que Madrid se entregó como se vio en la salida a hombros, que es la más brutal que yo he vivido y la más dura que recuerdo.
– ¿Se pasa miedo en esos momentos? Porque yo viéndote salir me intentaba poner en tu lugar y sinceramente me provocaba claustrofobia… – No, hombre, miedo no se pasa. Lo que sí te exige es un gran esfuerzo físico porque tienes que mantener el tipo ya que todo el mundo te está tirando del vestido por el deseo de querer tocarte y evidentemente tienes que aguantar con lo que eso desgasta. Pero a la vez supone una experiencia muy bonita porque ves que lo hecho en el ruedo se refleja en esa masa que te aclama con esa pasión; y eso, sinceramente, es maravilloso. |
– Viendo cómo te dejaron el traje supongo que tendrá difícil compostura, ¿no?
– Bueno, en realidad el traje lo hemos retirado ya (risas) porque se iba a reír el sastre de mí cuando se lo llevase para que lo arreglara.
– Alejandro, días después ibas a Plasencia y nueva puerta grande, ¿cómo fueron esas dos faenas?
– Pues la verdad es que fueron dos faenas distintas porque cada toro fue diferente. El primero tuvo mucha clase pero estaba muy justito de fuerza y hubo que cuidarlo de inicio para que cuando se afianzase poder apretarle y disfrutar con él. Y el otro no tuvo tanta clase pero sí tuvo fondo, lo acabé metiendo y me dejó hacerle casi de todo.
– Y es que después de triunfar en Madrid y recoger el cariño de aquella afición tan exigente tiene que ser muy especial volver a tu tierra a torear, ¿verdad?
– Sí, fue una tarde muy bonita. La afición me recibió con mucho cariño y afortunadamente pude devolverles en el ruedo todo ese afecto que te comentaba.
– Hablemos de Extremadura. Abrías temporada en Olivenza saliendo a hombros, repetías triunfo en Don Benito cortando cuatro orejas. No tenías suerte con tu lote en Almendralejo y retomabas el camino del éxito en la pasada feria de Plasencia como estábamos comentando. Lo siguiente en tu calendario es Badajoz. Una feria por cierto que ha levantado una tremenda expectación aquí y fuera de nuestras fronteras, ¿qué opinión te merece? – La verdad es que el esfuerzo que ha hecho la empresa para conseguir en tres días encajar a tantas figuras es digno de admiración. Y no lo digo yo, es algo que está ahí y que todo el mundo taurino lo está comentando. Porque al hecho de contar con todos esos toreros luego hay que sumar el encaje de ese puzle. |
La verdad es que han rematado un serial que concita todo el interés del ámbito taurino y, me atrevería a decir, que extrataurino porque hasta el que no es aficionado se va acercar esos días a la plaza a ver qué es lo que va a pasar allí.
– Como torero, y como pacense, supongo que será motivo de orgullo estar presente.
– Efectivamente, me siento muy orgulloso de formar parte de este proyecto y de darle vida a una ciudad tan bonita en sus gentes y en su forma de vivir como es Badajoz. A eso se suma la alegría que me provoca reencontrarme ese día con mis inicios y las cantidades de tardes en que entrenado en esa plaza cuando estaba en la Escuela Taurina, que me supone un plus más de ilusión y de orgullo.
– Para tus paisanos es un motivo de orgullo escucharte hablar de esa forma de Badajoz y que siempre tengas a la Escuela Taurina en tu boca además es algo que te engrandece aún más como torero, yo al menos así lo pienso.
– Para mí es muy importante recordar el tiempo pasado porque es lo único que puedes considerar realmente tuyo, todas esas experiencias que has vivido. Lo que sí tengo que decir, es que fue una experiencia tremenda y que me marcó para bien. Y si a eso le sumas que no está nunca de más ayudar a esos chavales que quieren ser toreros pues un punto más. Además tenemos que ser conscientes de que las carreras se acaban y todos somos herederos de toreros anteriores. No podemos olvidar que para la sociedad extremeña es muy importante que haya personas que la engrandezca y lleven nuestra bandera por todo el mundo como puede ser en este caso los toreros. |
«…fue una experiencia tremenda y que me marcó para bien. Y si a eso le sumas que no está nunca de más ayudar a esos chavales que quieren ser toreros pues un punto más…» |
– Alejandro, hay una corriente de aficionados que se postula a favor de que las figuras deberíais hacer algún tipo de gesto con otro tipo de hierros que no sea los que habitualmente matáis, ¿qué opinas al respecto?
– Bueno, yo creo que los toreros que estamos ahí no buscamos la comodidad, ya que ésta no beneficia a nadie. Lo que sí es verdad es que se buscan aquellas ganaderías en las que haya una mayor proporción de éxitos con el objetivo de cuajar faenas grandes. Yo creo que es una gesta aguantar tantos festejos con la cantidad de toros ante los que te pones durante una temporada. De todas formas a mí particularmente el encaste de saltillo es un encaste que me gusta pero ahora mismo no le veo esa embestida especial que tanto me encantaba hace diez años. Ahora creo que se ha ido hacia un toro, en ese encaste, más seguro, con menos clase pero que se mueva más y lógicamente no me agrada tanto.
– ¿Volverías a anunciarte con esta sangre como hiciste en Madrid con la de Adolfo? – Quién sabe. A lo mejor cualquier día salta la sorpresa porque yo estoy abierto a todo. Además aquella tarde, que comentas, de la de Adolfo me fue bien, la pena es que no estuviese fino con la espada porque podía haber salido a hombros. La verdad es que fue una tarde que disfruté mucho en la plaza. |
– Si hay un toro de ese encaste que te hace sentirte y adquirir una dimensión importantísima es el toro mexicano, porque México para ti es especial, ¿verdad?
– Sí, desde luego. Es un país que me ha aportado una riqueza en calidad a mi tauromaquia gracias a ese toro que es tan especial, que embiste con mucho ritmo y te enseña a torear despacio, a torear profundo, con el que tienes que matizar mucho más…Y a todos los que vamos allí nos nutre al ponernos delante de él.
– La siguiente cita es Bilbao, el próximo domingo, sustituyendo a tu amigo Julián. Otra cita importante por la seriedad de la plaza y del toro que allí se lidia. Tengo entendido que has estado viendo la corrida de Garcigrande en el campo, ¿qué nos puedes adelantar de ese encierro?
– Es una corrida con muy buenas hechuras. Seria. Como son todas las corridas que se lidian en Bilbao. Y un motivo más de ilusión y alegría en esta temporada por poder estar en la feria del Aniversario con la máxima expectación, que ojalá haga presagiar una tarde bonita. – Dios te oiga. Hablas de temporada especial y podríamos decir que en todos los sentidos porque si bien está siendo triunfal también ha tenido su revés triste en el fallecimiento repentino de tu abuelo materno. – Sí, la verdad es que ha sido un mes muy complicado para mí porque estaba muy unido a él, que fue el que me inició en este mundo y el culpable de que yo hoy sea torero. Y tengo mucho que agradecerle porque me ha enseñado una vida y una forma de vivirla distinta a todas. Y eso es algo que nunca olvidaré junto con otros lazos afectivos que me unían a él.
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– Muchas gracias Alejandro por tu atención hacia BADAJOZ TAURINA y por el respeto que siempre muestras a todos los medios de comunicación sin importarte el tamaño o el lugar de procedencia, y por esa cercanía y facilidades que das a la hora de contactar contigo lo que demuestra una vez más que si grandes eres como torero lo eres aún más como persona.
– Muchas gracias a ti, Antonio; y quiero aprovechar para daros la enhorabuena por el gran trabajo que hacéis.