José María Marrón albergaba un sueño desde pequeño: hacerse ganadero de bravo. Ese sueño se cumplió y además con creces al formar, junto a su esposa, la ganadería de Torregrande, que se está consolidando con firmeza en el panorama de bravo. Os invitamos a conocerla mejor a través de este reportaje en el que se desvela ese ideal con la palabra y la imagen.
Antonio Girol.-
Desde pequeño, José María Marrón, albergaba el ideal de hacerse ganadero de bravo. Nacido en el seno de una familia entroncada directamente con el campo, trabajó duro en los distintos negocios que posee hasta poder conseguir ese sueño que de jovencito le llevó a saberse de memoria los 650 hierros que por entonces había en la Península. De ahí que en cuanto tuvo la más mínima oportunidad quiso que el suyo también adornara un azulejo: “La ganadería la formamos María José (su esposa, a cuyo nombre se anunció en los inicios la ganadería) y yo en 1991. En principio con vacas de varios encastes aquí en ‘El Baldío’. Pero en el año de las vacas locas aprovechamos para matarlas todas y poner 80 reproductoras de Las Monjas”, comenta José María. Con esa base de las adquiridas a José Pocoví, por entonces propietario del hierro de la ‘doble S’ echó a rodar la ganadería, sin prisa pero sin pausa.
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Tras unos años iniciales en donde los éxitos fueron llegando confirmando así que el manejo y selección era el correcto, José María decidió dar una vuelta más de tuerca comprando sangre en esa mina de bravura a la que suelen acudir los ganaderos muy aficionados como es la ganadería de El Torero: “A Salvador Domecq, del hierro de Toros de El Torero, le compramos 100 vacas. El ir por ellas obedeció a que le queríamos dar a nuestros toros un tranco más, que se rebosaran en la muleta, y que ese motor se conjugara con la suavidad de Las Monjas que ya teniamos aquí”, apostilla.
Desde esa fecha las reproductoras de finos cabos y bonitas hechuras, herradas con la T, conviven con las monjiles primigenias formando un todo de 217 cabezas repartidas entre ‘El Baldío’ en Bodonal de la Sierra, y ‘Las Vegas’ y ‘Las Carrascosas’ en Fuentes de León: “Ese número de vacas está dividido en lotes distintos al frente de los cuales hay seis sementales. En cuanto a este tema a mí me gusta contrastar los toros a la hora de hacer las cruzas para así diversificar menos el riesgo”, señala el ganadero.
Esos riesgos siempre están presentes aunque en casas como Torregrande se minimicen por la paciencia y el buen tino a la hora de seleccionar: “Esto de la ganadería tiene su aquél, aquí no es uno más uno suman dos. Más bien es al contrario, pero para que se acerque a esa suma hay que dedicarle muchas horas, mucho trabajo y tener intuición. Así, lo más bravo hay que ligarlo con lo más suave, y al contrario a fin de encontrar el toro más ideal posible”, explica mientras paseamos por entre los lotes. Ese toro para José María Marrón sería aquel que conjuga: “bravura, nobleza y movilidad”, explica.
Hasta ahora las cosas van funcionando a la perfección, una muestra de ello fue el indulto que el 16 de septiembre de 2006 obtuvo uno de sus ejemplares en Brunete. Repasando la ganadería observamos que esta temporada será especial: “Sí, a diferencia de las dos corridas que habitualmente dejábamos de saca, en esta ocasión serán cuatro, que por cierto ya están vendidas, y que irán a Estella y Tafalla en Navarra, Honrubia en Cuenca (en donde en 2008 a una corrida suya le cortaron 9 orejas y 2 rabos) y una cuarta que el empresario no sabe en qué plaza terminará de encajarla”, acota Marrón. |
«…en esta ocasión serán cuatro, que por cierto ya están vendidas, y que irán a Estella y Tafalla en Navarra, Honrubia en Cuenca y una cuarta que el empresario no sabe en qué plaza terminará de encajarla..”
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Es pregunta obligada referirnos a cual es la que más fe le tiene puesta: “Si te soy sincero confío en las cuatro. Sí te digo que pedí al empresario de Estella que me dejase elegir a mí los toros de esa en concreto, y me lo ha permitido. Pero confianza tengo en todas y cada una de las que hemos visto en estos cerrados”
Además de las corridas, José María tiene también previsto continuar con el laboratorio de ensayos que supone las novilladas, en donde ha ido probando la bravura de sus cruzas:
“El año pasado, por ejemplo, no lidiamos ninguna corrida de toros, todo fueron novilladas y el resultado fue muy bueno. Para este año tenemos dos sin picadores, una para un pueblo de La Rioja y otra para la Escuela de Badajoz, y una con picadores en Ampuero (Cantabria) La idea es poder seguir viendo el juego de nuestro ganado antes de tirarnos de cabeza a las corridas de toros. Precisamente en estas cuatro que comento se verán los primeros productos del cruce con las vacas de El Torero, en lo que a cuatreños se refiere, y que espero den el mismo juego que hasta ahora de erales y utreros”, expone mientras repasa una vez más a su ganado con la mirada.
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Aparte de la labor ganadera, José María Marrón ha sido de los pioneros, al menos en Extremadura, a la hora de apostar por el turismo taurino. Para ello, en ‘El Baldío’, acondicionó los exteriores de la placita de tientas y dispuso del espacio suficiente para que peñas y aficionados en general pudiesen acudir en un tour compuesto de visita al ganado, comida, tentadero…”La verdad es que hasta la fecha está teniendo bastante éxito y han sido muchas las visitas que hemos tenido tanto de gentes de aquí como de fuera de España. Han venido personas de Bélgica, Holanda…e iban a venir unos japoneses, pero ocurrió el desastre de Fukushima y tuvieron que posponer el viaje”
Comienza a caer la tarde en estas estribaciones de Sierra Morena cuando partimos rumbo a nuestros domicilios con la satisfacción de haber podido acercarles una vez más otra ganadería de las que pueblan nuestras dehesas de bravo. En esta ocasión y gracias a la gentileza de José María Marrón, buen amigo de quien firma estas letras, los lectores de BADAJOZ TAURINA pueden una vez más solazarse con la estampa única de la majestuosidad del toro en el campo. Gracias ganadero.
TORREGRANDE, CUANDO LOS SUEÑOS SE HACEN REALIDAD. FOTOS: GALLARDO. |
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La base madre de toda ganadería comienza en sus reproductoras y sus raceadores. De esa conjugación nacerán los futuros hijos que den lustre al hierro ganadero en las plazas donde acudan. |
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De semejante semillero es fácil que nazcan toros bien puestos, armónicos, bajos y en tipo, como los que siguen en las siguientes fotografías y que componen las corridas que en breve partirán de tierras bonalejas para dejar impronta de bravura en plazas de parte de la geografía hispana. |
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