Miguelín Murillo y Julio Parejo salen en hombros de la plaza de toros de Jerez de los Caballeros tras pasaportar un encierro de Píriz que tuvo luces y sombras. El luso Moura Caetano cortó una oreja a caballo. (GALERÍA GRÁFICA EN EL INTERIOR)
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P.F.G.-
Un sábado de Gloria más la ciudad templaria de Jerez de los Caballeros celebró su tradicional festejo taurino de Semana Santa. En esta ocasión la empresa emeritense que gestiona Miguel Murillo hizo el esfuerzo, a pesar de los tiempos que corren, de organizar una corrida de toros con dos matadores de la tierra que intentan abrirse paso a base de esfuezo, ganas y sobre todo torería.
Eran las seis de la tarde cuando Joao Moura Caetano, cavaleiro portugués y los extremeños Miguelín Murillo y Julio Parejo partían plaza para vérselas, el primero, con un toro venido desde ‘Quinta Las Esquilas’ en Monforte (Portugal) y los de a pie con astados llegados desde ‘Las Noras’, la finca donde pastan los de la divisa de los Herederos de Bernardino Píriz.
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«Castanhola» se anunciaba el primero, al que a lomos del tordo en fase blanca ‘Zidane’ paró Moura Caetano para después clavar un certero rejón de castigo en todo lo alto que bastó y sobró para que el toro quedara perfecto para el siguiente tercio. Buena doma y buen toreo templado evidenció el jinete luso, que utilizó para banderillas al castaño ‘Aramis’ con el que llevó siempre al burel embebido a la grupa y con el que dejó en todo lo alto tres farpas. |
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‘Artista’ fue el siguiente equino en salir a escena, y haciendo gala de su nombre evidenció un rejoneo de alta escuela en las dos banderillas que clavó haciendo que el público aplaudiese con fuerza tras su ejecución. Cerró la faena con ‘Sete’, con el que puso las cortas y las rosas antes de atronar, tras dos pinchazos, al astado, del que paseó un apéndice.
El primero de los de lidia a pie llevaba por nombre ‘Iluso’, y estaba herrado a fuego con el número 43. Miguelín Murillo lo recibió a la verónica. Suelto y muy profesional con las banderillas estuvo el matador emeritense teniendo en cuenta que no era nada fácil llegar al morrillo del burel de Píriz, que hubiese necesitado un puyazo en condiciones.
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No terminó el astado de entregarse en la muleta y eso que Miguelín se la dejó siempre puesta en la cara en las tres tandas que administró por el lado derecho, de mucho mando, ante un animal que transmitía y todo lo quería por abajo. La faena de Murillo tuvo ese aroma que desprenden aquellas que se dictan para profesionales y buenos aficionados. Epilogó la faena por medio de ayudados a dos manos. Mató de estocada corta, suficiente para que el presidente (Sr. Gil) le concediese las dos orejas. |
Largo, bonito, agradable de cara, muy ‘torero’ era el segundo del lote de Miguelin Murillo. Sin embargo nada más salir ya dejó muestras del juego que daría al quedarse corto en los burladeros y frenarse en los capotes. De tal modo que en la suerte de varas el toro fue de caballo a caballo, no dejándose picar. La brega durante el tercio de banderillas, que el matador declinó efectuar, fue laboriosa. Como lo fue también la faena de muleta, en la que pudimos apreciar la madurez y el valor de un torero que está para empresas mayores como por ejemplo esa esperada confirmación de alternativa. Con firmeza aguantó los frenazos de un animal reservón que tanto por uno como por otro pitón se paraba y se quedaba a la altura de los muslos, lo que no fue obstáculo para que Miguelín le plantease batalla. De entera, tras dos pinchazos, y con la ayuda de la cruceta terminó con la vida de ‘Agregado’ y el público supo ver y apreciar el esfuerzo del espada obligándole a saludar una calurosa ovación.
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Julio Parejo echó por delante a ‘Fundador’, al que paró por verónicas. Cumplió el de Píriz en varas y el tercio de banderillas resultó eficaz y bien resuelto. Si bien el toro de inicio al ser saludado de capote se había mostrado parado, también es cierto que había colocado la cara a la hora de coger los vuelos, y ese mismo aire tuvo en la franela. De ahí que el pacense llevase a cabo buenas tandas por el derecho, de mano baja, sometiendo al animal. No tuvo la misma clase por el izquierdo, aun así lo probó por ese pitón, antes de terminar la faena por ayudados por alto. Mató de estocada sin puntilla, posterior al pinchazo incial, lo que hizo que solo pasease una oreja. El que cerraba el festejo llevaba por nombre ‘Fastuoso’ y embistió con mucha fuerza en el capote de Parejo, que flexionando una rodilla condujo la embestida del astado. |
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Como hiciese el anterior de Murillo, también salió suelto del caballo y se fue a visitar al que guardaba puerta, apretando a favor de querencia hasta derribar al picador. Anduvieron prestos los hombres de su cuadrilla en banderillas. Inició Julio la faena por doblones y el toro al verse sometido buscó la jurisdicción de chiqueros. Aprovechó inteligentemente Parejo esa inercia del animal para plantarle faena sobre la mano derecha en esos terrenos. Mató de una soberbia estocada que hizo rodar al astado sin puntilla y fue premiado con dos orejas.
GALERÍA GRÁFICA (V. BALAS) |
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OTRAS IMÁGENES (V. BALAS) |
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