Fernando Naranjo Durán.-
Cuando aún no hemos sobrepasado el periodo de las veinticuatro horas del magno acontecimiento que supuso ayer a la capital de los Barros, esta corrida extraordinaria organizada para festejar en la ciudad de la cordialidad su vendimia. Ya a la bajamar quizás, de ordeñar las ubres de sus preciados viñedos, hoy decido dedicarle mi humilde reflexión. Siempre con las carencias de una pluma autodidacta, ausente de la ortodoxia manuscrita, que no dudará estar al socaire de la pasión, y rehusando mi natural vehemencia en la mayoría de sus inesperados asaltos a mano armada..
La tarde, fue de terciopelo, de esas tan características en el lugar, por su dorada época fundida en sus septembrinos de sol y moscas, que revoltosas, suelen reunirse junto a labores bodegueras, y junto al tajo, donde sus bravos vendimiadores, se fajan, y no disponen de asueto para atiborrar los semi desnudos tendidos de esta recoleta placita torera. Mas pinturera que ninguna en toda la región extremeña, y muchos kilómetros a su redonda.Donde no albergara más que tres cuartos de su aforo, en fecha tan especial para nosotros los extremeños, en el día de nuestra señora de Guadalupe, patrona de Extremadura.. Nuestra “guadalupana” madre de tantos toreros y mujeres guapas nacidas bajo su excelso manto.
La nueva empresa dispuso dentro de este bello marco, un festejo de un solo espada, eligiendo a nuestro ‘Arcángel de la Puebla’ (Miguel Ángel Perera) Y para hacernos deleitar con sus renovadas excelencias, saltó a este albero, ahora pintados sus aros concéntricos en rojo, sangre de toro. Que delimitan los tercios donde de vez en cuando se da al arte del toreo a cargo los ‘caballeros pardos’ .. ( se dio en algún caso) Una bien presentada, y brava corrida de Núñez del Cuvillo, la que quizás estuviera apalabrada para el “mártir” de Galapagar, dándose la gran suerte de ser lidiada en este mencionado coso. Para gozar el placer de presenciar una completísima corrida, que a la postre un bravo ejemplar de Juan Pedro, regalo expreso del espada como sobrero de lujo, culminara en un apoteosis finale, propio del grande Puccini..
Antes, los ‘negritos’ del hierro anunciado en los carteles, ya permitieron augurar una obertura a lo “danmi tu forza” ( Traviatta) que llegó a los acordes de los coloraítos del ojo de perdiz.. Y apareció “jugetón” y puso mando en plaza…¡No le pudo nadie!…Embistió hasta con el rabo… Todavía se oye su trote de bravo y encelado tranco allá donde llegara la alcahueta televisión..
Los fandangos (no de Huelva) De su compadre Miguel de Tena, escaparon oportunos de una cercana barrera de sombra..Preludio al coro de peregrinos de Tannäuser (como tantas veces hice, alentando al torero con el arrebato de las Walkirias). Hoy también resoplaron en su “recuperación” Hasta el séptimo, y colofón de esta corrida para los anales de la historia en el día de Extremadura.
Nuestro arcángel está, más que recuperado de sus anodinas temporadas anteriores. Distinto… asentado, seguro, templado, y en busca de silábicos muletazos engarzados en una metafórica faena buscando el fondo musical de la poesía sobre un rubio albero…Y esto me convence.
No tengo el tiempo para perder.. Solo para ganar, (por esto sigo sin cobrar) se acabaron las treguas…Se deje de dar coba, y achuche, que es tarde y viene lloviendo tras la estela de los que precede.
La Luna puso su magia cenital sobre las imágenes taurino-operísticas, recordando a nuestra Carmen la cigarrera, de don José, del “Escamillo” y Merimé…Y nadie se levantó de su asiento. (Ni el mismísimo, y recién reclutado Excmo. Señor Presidente de nuestra Comunidad). Solo cuando hubo pellizco torero, que los hubo, y de varias genialidades para aplaudir. Como fue el buen hacer de los montados sin que tuviera que sonar la música en su honor, Fco. Doblado y Domingo García, resolviendo con gusto y clase de buenos jinetes el empuje y celo de “pajarraco” y “hallado” 6º y 7º respectivamente.. O la singularidad ejemplar, y garbo de nuestro alguacilillo solemne y ¡plateresco! Como escapado de la pluma de Zorrilla, excelente y ceremonioso jinete cumplidor a ultranza con la liturgia más ortodoxa ( Maese Cavazos) unido siempre al esplendor de la fiesta nacional en Extremadura, ayer portara los merecimientos, hasta diez orejas y un rabo, otorgados por el más singular de los usías..
Fernando Esperilla, serio, y gran aficionado, y mejor amigo de sus amigos, entre los cuales me sitúo. El que otorgara una merecida vuelta al ruedo del bravísimo “Juguetón”. Cuyo juego de bravo aún colea en la mente de algunos.
El espíritu de un viejo amigo creí sentir a los sones de la banda que diera su nota clásica animando el festejo de esta, “su” Plaza. Félix Bote, singular trompetista, que allá en donde esté me habrá hecho un pícaro guiño con su afecto cálido de siempre..
Declaro a sottovoce, que de haber nacido en esta hermosa tierra, hubiera preferido el nacer allí en Almendralejo..Y que no se me enfade nadie…¡eh!
En los palcos de esta plaza
hay revuelo de peinetas
con mantillas muy coquetas
sus hembras siempre realzan
morenez en su semblanza
sin dudar en festejar,
el tronío de un lugar
templado bajo su sol,
extremeño, y español,
pa´ lo que gusten mandar!
Y un Coso de vino y rosas
que sus sentrañas toreras
aventara a su Perera
en una tarde gloriosa,
por faenas despaciosas
sobre su dorado anillo.
De un arcángel el tufillo
surgió el toreo distinto,
y en «barros» del blanco y tinto
se brindó con tempranillo!
Un cuvillo “Juguetón”
Embistió hasta con el rabo!
Los demás sin menoscabo.
Acarreó la emoción
en tan alto diapasón
queriendo beberse el mundo,
tuvo mi aplauso jocundo
como a toda su reata.
Puso en la tarde escarlata
su empuje fiero y rotundo!…
Señora de la Piedad..
Que tu pueblo cosechero
por gentil y retrechero
me haga por siempre soñar..
Ya sabes de mi pesar
el no ser tu hijo extremeño?
Tan errante como el sueño,
pero sin ser de verano..
Soy un humilde serrano
que te regala su empeño.