La actuación de Talavante en el cartel de las puertas grandes es retratado por la pluma siempre fina de Fernando Naranjo Durán, que en sus ripios toreros resume una tarde de lo más interesante.
Fernando Naranjo Durán.-
A esta feria un turronero
venido del litoral,
empacado al natural
pretende ser retrechero,
y del Foro su torero
para llegar en Calesa
Calesero que embelesa
al Madrid que lo camela,
y lo inscribe en su zarzuela
cual romance en forma expresa…
Presumió por la Gran Vía
el gabacho y su trofeo.
Bien ganado camafeo
aunque exento de alegría,
no seduce su armonía
a este viejo aficionado…
Andaré yo desfasado
con trasnochados caireles
que enamoraron Cibeles..
El tiempo me ha destronado.
Pero el Trust de los Tenorios
de la torería andante,
al Madrid extravagante
con todos los abalorios
para duelos sucesorios
Talavante es el destino!
Porque este pueblo rabino
se inclina a sus naturales
y envuelto en sus vendavales
se eleva en su remolino.
Y un Coro de Barquilleros
llegados de Curtidores
cual excelsos matadores
se erigen banderilleros
e hicieron volar sombreros
sobre la arena venteña
De arrojo y gracia se preña,
y vuelven las jardineras
con sus mulas salineras
a dejar su santo y seña
Pero el toro más que chico
falto le su casta y bríos,
malhaya el toro sombrío!
¿Por qué tanto despotrico
si a nadie le importa un pito?
Solo sueñan con la danza
no a la lidia en su pujanza
sometiendo a la fiereza
con toda aquella belleza
el hombre y fiera en balanza…