En estas fechas tan tradicionales en que la familia cristina…Sigue teniendo como meta final reagruparse para dar su merecido al año que finiquitaba su ciclo, en este caso un tanto brabucón y desabrido él… Marrajo, que solo tuvo genio, inútil para darle una lidia de arte…
Atrás quedan los portales de Belén, zambombas y almireces, y los envueltos en serpentinas, mata-suegras del cotillón, muy atento se batió en aplausos el respetable a las doce campanadas de la Villa y Corte, donde la esfinge del Oso y el Madroño, taurinos ellos, propiciaron la postrera estocada, que ostenta certera siempre en el hoyo de las agujas el año viejo… Por que el año que pasta en las dehesas de nuestra patria, es tan taurino, que tiene que encontrar su fin en una apoteosis de tal guisa!…Con todos los honores, como mandan los cánones!…
Aunque mirando hacia atrás se nos debe caer el alma al suelo por cuanto llevamos padecido.
Entre otras cosas por el vapuleo a que fue sometida nuestra fiesta nacional, (quizás por presumir de ello) Crucificada por estos sistemas modernos de negocios “nacionalistas” defensores de según qué cosas les interesen a sus amos.
Esto vuelve a tener dueños, como de toda la vida ha sucedido, y no así la del criador de bravuras, que pierde su cotización en bolsa, por desautorizado en todo el criterio que siempre mereció tal gestión, en favor de “otros” duendecillos que sobrevuelan pajareando los rubios almíbares maestrantes, o sin “amaestrar”…
¡El Toro!.. Si, el TORO, con mayúsculas, es lo que interesa. Que se note que estamos en Badajoz, en Extremadura, la región en donde pastan las más bravas ganaderías de toda esta piel de toro, de la que tanto gusta presumir al español fetén…
Un servidor, ha pedido a los reyes magos llegados desde oriente, (como los más viejos mercaderes fenicios) para que en su sacas de mirra, e inciensos, importen bravuras, tan escasas ahora, y que sin estas esencias no habrá perfumes toreros, como también nos gusta de airear, en esta región juncal y aficionada, donde las haya…
Que aprovecha ahora la pastueña embestida de los temporales, tan torera ella que les ha bajado las manos en sus camperos percales, y les está presentando la muleta tan recogida que las cárdenas nubes meten la cara arrebujadas en los celosos de un embroque de cacha a cacha, despertando asoleadas esperanzas en clientes, para que una primavera de pasodoble, platillo y trombón, amenice los festejos donde aparezcan estos ejemplares criados en Extremadura, rematados dentro de la estructura, y cuajo de su encaste original de pitón a rabo…¡Ni más ni menos!
Y para que se divierta el pueblo en estos festejos paganos, que tanto necesita para olvidar la acidez de los caminos planteados por esta sociedad de “socios” más asociados…
Sirva este, como mensaje de paz, y esperanzas en este año que irrumpe en bravo, para esta afición extremeña, que todo se merece…
Que el año traiga bonanzas!
Políticos coherentes…
Quiero toreros dolientes,
y equilibradas balanzas
en toros con más pujanzas,
finos de cabos y armónicos,
sin consejos salomónicos,
con cuajos y firmes testas,
para esta fiesta tan nuestra
ya en tiempos decimonónicos!…
Y en una brava obertura
sorprender de nuevo al público
con este sentir tan único!
Férrea su cobertura
tornen de nuevo corduras
a los encalados cosos,
bravo el toro, y bravos mozos
bajo el sol brillen caireles,
verdades sin oropeles
a tendidos deseosos!
Y el tambor con su redoble
anuncie con signo austero
la liturgia del toreo
a compás del pasodoble
a una fiesta brava y noble
aposada en el renglón
de una española pasión,
y en la rojez de su sangre
fundida en un recio estambre
sea inmortal en su función!…