Toreros, sacerdotes y futbolistas recaudan fondos para Zimbabwe

Goleada solidaria

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Triunfó la solidaridad en ‘La Granadilla’ en el encuentro que enfrentó a toreros, sacerdotes y futbolistas para recaudar fondos con objeto de construir un hospital en Siadindi (Zimbabwe)

Antonio Girol.-

Lo de menos era el resultado, lo importante, sin duda alguna, era la causa. Y aunque si les soy sincero esperaba más gente en las gradas, los que sí estuvimos en el pabellón de La Granadilla nos llevamos, como poco dos satisfacciones, saber que el dinero de la entrada irá destinado a una buena obra (la construcción de un hospital en Siadindi, una localidad al oeste de Zimbabwe) y ver cómo toreros, sacerdotes y futbolistas dieron lo mejor de sí para hacernos pasar un buen rato.

Los encuentros resultaron disputados, interesantes y no exentos de rivalidad, sobre todo el partido final, el que enfrentaba a toreros con futbolistas, que decidía quién se iba a alzar con el triunfo. Aunque en realidad los verdaderos triunfadores fueron aquellos que gracias a la solidaridad del pueblo de  Badajoz tendrá la medicina más cerca de sus hogares.

Arrancó el triangular, tras el saque inicial que efectuó la gimnasta Nuria Cabanillas, con el primero de los choques.

Los componentes de los tres equipos posando antes de comenzar. (FOTO:Dario Alves)

El que enfrentaba a sacerdotes contra toreros. Los primeros, vistiendo de color amarillo (era de esperar que el amarillo no lo eligiesen los diestros y sí los curas, que para eso la bandera vaticana luce ese color), y los del toro, de rojo (no podía ser de otra manera).

Aguantaron bien los sacerdotes los primeros arreones del equipo torero, que en las botas de Javier Solís dispusieron de la primera ocasión. Gracias a un inconmensurable Manolo Rico, que detuvo todos los acercamientos del combinado rojo, tardó en llegar el primer gol, que nació en una jugada individual del novillero portugués Gonzalo Montoya.  El tanto no arredró al equipo sacerdotal, que una vez se hubo sacudido el dominio inicial, dispuso de buenas oportunidades, siendo la mejor la de Luisma. De ese acercamiento nació el gol del empate. Sin embargo, el mejor estado físico de los toreros, unido a su empuje y afición les llevó a ponerse de nuevo delante en el marcador con un derechazo del diestro cacereño Emilio de Justo.  Casi al filo del final, el equipo de los toreros amplió el marcador por mediación de Javier Solís, tras aprovecharse éste de un despiste de los sacerdotes que se quedaron protestando una  falta al colegiado.

A la finalización del primer choque las niñas del ballet de Nuria Cabanillas amenizaron el descanso por medio de una tabla de gimnasia que hizo las delicias del respetable, quienes aplaudieron la gracia y destreza de estas jóvenes aspirantes al oro olímpico, dentro de unos años.

El siguiente encuentro enfrentaba a sacerdotes y ex – futbolistas profesionales. Era de esperar el resultado, debido principalmente a la diferencia de calidad pero sobre todo al cansancio acumulado en las piernas de los curas, que venían de hacer un gran esfuerzo del partido anterior. Resultó emotivo ver en directo, y en tan buen estado de forma, a jugadores de los que un servidor aún conserva cromos, así Paquete Higuera (ex del Zaragoza) o Pepe Megías (ex del Cádiz) desempolvaron su libreto y dieron un gran recital de toque y remate. El gaditano, por el que parece que no han pasado los años, hizo dos goles y  con el 10 a la espalda comandó la mayoría de ataques de su combinado, el de color verde.

Las niñas de Nuria Cabanillas que actuaron en los descansos. (FOTO:Dario Alves)

Finalizó el partido con un resultado más que decoroso para el equipo de sacerdotes, quienes sólo recibieron cinco tantos, e incluso tuvieron la oportunidad de perforar la red rival, gracias al tanto que hizo Juan José Vargas.

Una nueva exhibición de las chicas de Cabanillas dio paso al partido que decidiría la contienda. Ambas escuadras demostraron tener ganas de alzarse con la victoria y dejaron pasajes de gran belleza sobre el parquet, disputando un encuentro vistoso y lleno de alternancias.

Se adelantó el equipo verde por mediación de José Luis Morales, el ex del Real Madrid, que demostró una vez más su olfato de gol.

 

Pero el equipo de toreros no bajó los brazos en ningún momento y por medio de veloces contras pusieron en aprietos a sus adversarios, hasta conseguir empatar con un disparo seco y ajustado de Manolo Bejarano. Los ex–futbolistas apretaron el pistón y rozaron el gol en numerosas oportunidades que fueron salvadas con gran acierto por Diego Ferrera. El hermano del diestro de Villafranco demostró una agilidad felina y una colocación al alcance de cualquier portero profesional. Cuando todo hacía indicar que los veinte minutos terminarían con empate, en una contra, que desbarató en primera instancia el meta Ferrera, el balón llegó hasta Quique Carballo que lo remachó a la red, logrando el gol que daba la victoria al combinado verde.

Al final, hubo trofeos para todos. Sin embargo, el mejor trofeo fue el que se recaudó para ese hospital en Siadindi, donde el misionero Serafín Suárez espera poder poner en marcha lo más rápido posible.

EL TRIANGULAR EN IMÁGENES. FOTOS: DARIO ALVES.

El torero cacereño Manolo Bejarano, acompañado de un niño, saltando al terreno de juego. Las selecciones de toreros y sacerdotes en formación. Los tres equipos formando para la foto de recuerdo.
Nuria Cabanillas, que hizo el saque inicial, recibiendo un ramo de flores. Victor Mendes capitaneando a la tropa torera. Emilio de Justo poniendo a prueba a Manolo Rico.
Jairo Miguel esperando el pase de Víctor Mendes que jugó de cierre. Al final, 3 goles para los toreros, 1 para los sacerdotes. A pesar del buen hacer de Rico bajo palos.
Las niñas de Nuria Cabanillas deleitaron al público en el descanso. Con un número de gimnasia muy vistoso. Lleno de coordinación y colorido.
Pepe Megías (10) volvió a mostrar sus dotes de mando. Al final todos los participantes recibieron el calor del público. Que asistió en muchos casos con familias enteras demostrando solidaridad.
Todos ganaron pero los que más aquellos más necesitados.