Rafael Cerro arrasa y Carlos María sorprende en Villanueva del Fresno. Los dos jóvenes alumnos de la Escuela de Badajoz dejan su impronta demostrando que la prolífica cantera extremeña continúa pidiendo guerra.
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Antonio J. Pérez.-
Tarde calurosa y ventosa la vivida ayer en Villanueva del Fresno, donde los novilleros Rafael Cerro y Carlos María salieron triunfadores del coso villanovense, en un encierro de Herederos de Bernardino Píriz, buenos en líneas generales, premiando con una vuelta al ruedo al sexto de la tarde.
Abría el cartel, el madrileño Álvaro Montalvo, saludando con una serie de verónicas y cerrando la tanda con chicuelinas muy aplaudidas desde los tendidos. Solamente se le pusieron dos banderillas a su oponente ante sala a la faena de muleta donde anduvo dubitativo al principio, pero que fue metiendo poco a poco al novillo en la muleta, destacando las tandas con la mano izquierda, cuatro pinchazos y ovación. |
En su segundo, cuarto de la tarde estuvo mejor más asentado, lo brindó a respetable, faena de mucho valor donde los mejores momentos se vivieron al final de la lidia con la mano derecha.
El segundo en el cartel, Carlos María, su primero, fue el animal más complicado del encierro, siempre con la querencia a toriles y saliendo suelto de cada pase, afeando la labor del novillero pacense, que tiró de coraje para sacar la faena adelante. Novillo complicado, gazapón siempre con los pitones por encima del estaquillador, tras varios intentos y un descabello certero calló el animal, aplausos.
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En el quinto de la tarde el extremeño salió con ganas de hacer algo grande, y así fue, sorprendió al respetable, recibiendo al novillo con una larga cambiada de rodillas, continuando con verónicas y cerrar con una media de muy buen factura. Cogió la muleta tras un revolcón sin consecuencias después del quite, y es cuando más enganchó al público con pases de buena ejecución y con unas ganas de triunfo grandísimas, una faena de pundonor y valor, jugándose el tipo en todo momento recibiendo un segundo revolcón antes de coger el estoque de acero, estocada en todo lo alto ejecutando perfectamente la suerte y descabello le sirvieron para cortar las dos orejas de su oponente.
Y cerraba el cartel, Rafael Cerro. Rafael anda torero, se siente torero y es torero, está pisando el acelerador y no quiere frenar, así se resume la actuación de Cerro en Villanueva. Capoteó muy bien a su primero con lances de mucha estética, siempre cargando la suerte y de bella factura. Brindó su primer novillo al alcalde de la localidad. Grandes series de toreo en redondo en los medios para delirio de los presentes, el animal tenía una embestida bastante brusca que el torero midió perfectamente. Pinchazo y estocada fue el preámbulo a las dos orejas. |
Y en el último de la tarde fue cuando Rafael Cerro, arrasó por completo, recibiendo a la res, con una larga cambiada de rodillas, siguiendo con verónicas muy acompasadas, moviendo muy bien las manos. Con tres palos en lo alto, se cambió el tercio, a continuación le realizó una faena de muleta muy completa y variada, llena de arte y torería, con un amplio repertorio y muy variada. El respetable estaba con el novillero y Cerro lo sabía, toreo en redondo, grandes naturales, circulares, pudimos ver en el último de la tarde, todos ellos de gran factura, rompiéndose en cada muletazo, estocada tendida y descabello, dos orejas y rabo.
GALERÍA GRÁFICA DE ANTONIO J. PÉREZ |
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