Redacción
Según informan los compañeros de Toromedia, el matador de toros Miguel Ángel Perera evoluciona de forma favorable de la cornada que sufrió en su pierna izquierda el pasado lunes en la plaza de toros de Burgos. Después de la segunda intervención a la que fue sometido ayer por el doctor Aguado, el diestro ha pasado bien la noche, sin apenas molestias y sin fiebre. |
Esta misma mañana, Perera ya ha apoyado la pierna dañada por el percance e incluso ha dado un paseo por la habitación, el mejor síntoma de que la recuperación está siendo muy positiva
El propio torero lo explica: “He pasado la noche bien, sin molestias y sin fiebre e incluso ya me he levantado y he andado por la habitación. Esta mañana me curaron la herida y ya no sangra, pasarán esta tarde de nuevo a verla y, si no pasa nada y todo sigue como está, mañana me darán el alta”.
El torero se encuentra ingresado en el Hospital General Yagüe de la capital burgalesa, a donde fue trasladado para la segunda intervención. Desde su habitación comentaba los motivos de la cornada: “Imagino que llegó por exceso de confianza, el toro se movía sin clase y bastante incierto, le había dato un martinete, un pase de pecho y le dejé la muleta un poco retrasada, en ese momento arreó, me tiró un derrote y me alcanzó en la pierna”.
Perera está convencido de que los daños de la cornada van a ser sólo físicos: “No me va a afectar para nada, estoy atravesando un momento muy bueno y esto no lo va a parar en absoluto. De hecho ya estoy pensando cuándo va a ser la próxima corrida. Me da rabia perderme Barcelona, pero ya estoy mirando al 9 de julio en Teruel, allí estaré sin falta si todo evoluciona bien”.
Sobre si esta decisión no supone precipitar la recuperación, Perera lo tiene claro: “La cornada es grave, pero limpia, no toca músculos. El único inconveniente es que me tuvieron que tocar ayer de nuevo, por lo que la pierna está más inflamada. Pero si la cicatrización es buena y todo evoluciona bien, intentaré por todos los medios estar para esa fecha”.