Cuando las citas son importantes en la agenda de un torero, todo el esfuerzo que se ponga en prepararla es poco. Por eso los hermanos Posada, Ambel Posada y Posada de Maravillas decidieron probar su tauromaquia estoqueando reses a puerta cerrada como se puede observar en el siguiente reportaje.
Antonio Girol.-
Es práctica habitual que los toreros, ante citas importantes, maten a puerta cerrada algún toro. Por eso Santiago Ambel Posada, y su hermano el becerrista Posada de Maravillas, se encerraron con tres ejemplares de Miguel Moreno, en la plaza de Olivenza, para preparar las comparecencias que tendrán que llevar a cabo el próximo domingo día 20 y el lunes 21, respectivamente.
En este reportaje queda constancia de las maneras de los dos continuadores de la dinastía Posada, quienes vestido de blanco y plata, como su abuelo la famosa tarde de las dos orejas madrileñas, derrocharon torería bajo un sol de justicia.
GALERÍA GRÁFICA DE ANTONIO GIROL |
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