Redacción.-
El balance de las actuaciones de toreros pacenses que han realizado el paseíllo hoy, domingo 9 de mayoo, ha sido el siguiente:
CORRIDAS DE TOROS
- Talavera de la Reina: Se han lidiado toros de El Tajo y La Reina, correctos de presentación. Manejables en conjunto, destacó el 3º y el 4º.El Fandi, oreja y dos orejas. Sebastián Castella, silencio y saludos. Miguel Ángel Perera, dos orejas y oreja. Lleno.
Según crónica de burladero.com sobre la actuación de Miguel Ángel Perera esta tarde en la corrida conmemorativa del 90 aniversario de la muerte de Joselito El Gallo: «Perera entendió a su primero desde el comienzo de faena, que inició con un pase cambiado por la espalda. Templadas fueron las series por el derecho y al natural, con el toro embistiendo con prontitud, logrando caldear aún más al público con sus circulares invertidos. Mató de una estocada suficiente para los dos trofeos. La faena al sexto no tuvo la misma calidad -tampoco el toro se prestó a ello- y entre pitones, arrancó el trofeo».
- Las Ventas (Madrid): Se han lidiado astados de Los Bayones y dos remiendos (3º y 4º) de José Luis Pereda. Desiguales aunque bien presentados. Destacaron 1º y 6º, manejables y nobles. El 2º, un gran toro, ovacionado. El 4º, de Pereda, fue bueno. El 3º complicado. El 5º descastado. Gabriel Picazo, ovación con saludos y división tras aviso. Emilio de Justo, pitos tras tres avisos y silencio. Israel Lancho, silencio en ambos.
Según crónica de Mario Juárez en Burladero.com sobre la actuación de Israel Lancho esta tarde en Las Ventas, «Lancho regresaba a Madrid tras la fortísima cornada de hace un año. Brindó a Padrós y el primero, de Pereda, fue de pasar un mal rato. El toro llegó a la muleta rebañando y quedándose corto y Lancho lo pasó mal para quitárselo de encima. En cambio, el destino le tenía reservado otro toro bueno, un sexto más justo de fuerzas pero con buen son en la muleta. El extremeño brindó al público y lo llamó de largo, y de largo fue, como al caballo. Sólo que en el embroque Lancho no supo llevarlo, lo dejó enganchar siempre y lo sacó por arriba en lugar de templarlo. Y el toro se impuso hasta que, aburrido, se fue a tablas. Y se perdió otro tren. Ya eran demasiados«.