El pasado domingo, en la localidad pacense de Cortes de Peleas, un eral de la ganadería oliventina de Bernardino Píriz se ganó la vida en el ruedo gracias al gran juego que desarrolló durante su lidia. El indulto le llegó tras ser lidiado por Jesús Díez ‘El Chorlo’.
Redacción.-
El pasado domingo se celebró en la localidad pacense de Cortes de Peleas, con algo más de media plaza, un festejo taurino. Se lidiaron un utrero para rejones y dos erales de la divisa oliventina de Herederos de Bernardino Píriz Carvalho.
El rejoneador portugués Pedro Salvador paseó una oreja tras una faena donde el denominador común fue la falta de continuidad.
En lidia a pie actuaron dos alumnos de la Escuela Taurina del Patronato de Tauromaquia de la Diputación de Badajoz. En primer lugar, Carlos María, que sorteó un primer novillo un punto deslucido, que se venía andando y de poca fijeza, con el que estuvo por encima, con diversos pasajes buenos en la faena de muleta. Tardó en doblar el animal y cortó una oreja.
El triunfo grande correspondió a Jesús Díez ‘El Chorlo’, a quien cayó en suerte un gran eral, castaño y de bellas hechuras, muy en el tipo de Píriz, con un pitón izquierdo de dulce. El Chorlo le cuajó series intensas al natural. El público, entusiasmado con la dulzura en la embestida y la transmisión del animal y su bravura, pidió el indulto, que fue concedido por la presidencia. El joven alumno, emocionado, paseó los máximos trofeos simbólicos.